Lidiar con una persona que padece depresión en la familia puede parecer un proceso inmensamente difícil y cansado. Las circunstancias de irritabilidad que tiene el deprimido se unen a la familia pues pueden llegar a sentirse menospreciados.
En primer lugar debes entender que la depresión es una enfermedad y siempre el que más sufre es quien la padece, y obviamente genera molestar en quienes lo rodean. Por eso ten en cuenta estos errores que se suele cometer.
Errores más frecuentes
- Someternos a convivir con el enfermo como si nosotros también padeciésemos depresión: la familia no debe aislarse sino seguir el ritmo habitual de las actividades agradables.
- Mostrarnos agresivos con quien sufre o achacar a la persona que estar mal es una decisión de su parte: esto normalmente pasa por el desconocimiento de las causas y efectos de la depresión, es recomendable ser comprensivos todo el tiempo.
- Obligar a la persona con depresión a que se “active” quiera o no quiera: la clave no es forzar sino motivar, debes ayudar a ver las ventajas de activarse, para que el deprimido decida por los beneficios que traerá hacerlo.
- Mostrar incomprensión ante su padecimiento: si la persona no se siente comprendida se cerrará más y dejará de interactuar y esto provocara sensaciones de desamparo, apatía y desánimo.
- Llevar a cabo todas las tareas que el enfermo no quiere realizar: la solución es ayudar y alentar pero no sustituir. La sobreprotección del enfermo no ayuda a su recuperación.
- No premiar por los pequeños logros: reforzar el comportamiento que consideremos adaptativo o positivo incrementa la posibilidad de que se mantenga o incluso aumente.
Estos son algunos consejos que Patricia Sánchez, psicóloga clínica, señala que son importantes de tomar en cuenta para que la vida familiar pueda equilibrarse con la del enfermo.
“Es necesario que entiendan qué pueden aportar y dónde están los limites, cómo premiar comportamientos adecuados y extinguir o ignorar aquellos que no lo sean. Pueden informarse sobre la enfermedad, animar al enfermo, motivarle a que realice ciertas tareas, darle cariño, comprensión, apoyo y acompañamiento” señala
Consejos
- Pese al amor que le tengamos, podemos necesitar un espacio para evadirnos, para disfrutar de aquellas actividades que nos gustan
- No debemos interrumpir mientras que la persona nos cuenta lo mal que se siente
- La pareja tiene que comprender que no es responsable de la recuperación, la responsabilidad es del enfermo en colaboración con los especialistas.
- Es importante también que la familia se dé el permiso de estar cansados
- Es fundamental la figura de la familia en la prevención del suicidio en casos graves
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