La esclerosis múltiple es un trastorno progresivo “inmune”. Eso significa que el sistema diseñado para mantener su cuerpo sano ataca por error las partes de su cuerpo que son vitales para la función diaria. Las cubiertas protectoras de las células nerviosas están dañadas, lo que conduce a la disminución de la función en el cerebro y la médula espinal.
La causa de la EM sigue siendo en gran parte un misterio, a pesar de que la enfermedad fue descubierta en 1868. Los investigadores saben que el daño a los nervios es causado por la inflamación, pero la causa de la inflamación es aún desconocida.
2.500.000 personas tienen Esclerosis Múltiple en todo el mundo
Se aprobó medicamento para los pacientes de Esclerosis Múltiple
La EM es una enfermedad muy variable y los síntomas dependen de las áreas del sistema nervioso central que se hayan visto afectadas y la magnitud del brote. Los episodios pueden durar días, semanas o meses e ir seguidos de períodos de reducción o ausencia de los síntomas (remisiones). También pueden presentarse de forma progresiva. La fiebre, los baños calientes, la exposición al sol y el estrés pueden desencadenar o empeorar los brotes.
No hay una EM típica. La mayoría de las personas con EM experimentará un conjunto diferente de síntomas, y aunque hay síntomas comunes a muchas personas, éstos pueden variar en severidad y duración, incluso en la misma persona.
Los síntomas más comunes son:
- Síntomas musculares, de equilibrio y coordinación:
- Pérdida del equilibrio.
- Entumecimiento (parestesia) o sensación anormal en cualquier área.
- Problemas para mover los brazos y las piernas.
- Problemas para caminar.
- Problemas con la coordinación y para hacer movimientos pequeños.
- Temblor en uno o ambos brazos o piernas.
- Debilidad en uno o ambos brazos o piernas.
- Síntomas vesicales e intestinales:
- Estreñimiento.
- Micciones frecuentes y/o urgentes.
- Incontinencia urinaria.
- Síntomas oculares:
- Visión doble.
- Visión borrosa.
- Neuritis óptica.
- Movimientos oculares rápidos e incontrolables.
- Pérdida de visión (infrecuente).
- Entumecimiento, hormigueo o dolor:
- Dolor muscular y dolor facial.
- Espasmos musculares dolorosos.
- Sensación de picazón, hormigueo o ardor en brazos y piernas.
- Otros síntomas cerebrales y neurológicos:
- Disminución del período de atención, de la capacidad de discernir y pérdida de memoria.
- Dificultad para razonar y resolver problemas.
- Depresión o sentimientos de tristeza.
- Vértigos y mareos.
- Síntomas sexuales:
- Problemas de erección.
- Problemas con la lubricación vaginal.
- Síntomas del habla y de la deglución:
- Lenguaje mal articulado o difícil de entender.
- Habla lenta.
- Problemas para masticar y deglutir.
La fatiga es el síntoma más común y molesto a medida que la EM progresa. Mientras que algunos de estos síntomas son evidentes, otros tales como la fatiga, los problemas sensitivos, y los de memoria y concentración son a menudo síntomas ocultos. Estos pueden ser difíciles de describir a los demás y a veces los familiares y cuidadores no entienden los efectos que éstos tienen sobre la persona con EM, su empleo, actividades sociales y calidad de vida.
Muchos de estos síntomas tienen una fácil solución si se reconocen adecuadamente y se ponen las medidas diagnósticas y terapéuticas oportunas. En mucha ocasiones su control requerirá de una combinación de tratamientos farmacológicos y terapias físicas, tales como fisioterapia, logopedia o terapia ocupacional.
Tipos de EM
El curso de la EM no se puede pronosticar. Algunas personas se ven mínimamente afectadas por la enfermedad, y en otras avanza rápidamente hacia la incapacidad total; pero la mayoría de afectados se sitúa entre los dos extremos. Si bien cada persona experimentará una combinación diferente de síntomas de EM, hay varias modalidades definidas de presentación y evolución de la EM:
- Esclerosis Múltiple recurrente-remitente (EMRR): En esta forma de EM se producen períodos de recaída (brotes) seguidos de etapas de estabilización de duración variable (días o meses). Estas recaídas consisten generalmente en la aparición de síntomas neurológicos debidos a una nueva lesión en el sistema nervioso central. Tras el brote puede haber una remisión parcial de los síntomas e incluso una recuperación total. La enfermedad puede permanecer inactiva durante meses o años. Es el tipo más frecuente afectando inicialmente alrededor del 85% de las personas con EM.
- Esclerosis Múltiple progresiva secundaria (EMPS):En algunas personas que tienen inicialmente EM con recaídas y remisiones, se desarrolla posteriormente una incapacidad progresiva en el curso de la enfermedad, frecuentemente con recaídas superpuestas y sin períodos definidos de remisión. Entre un 30 y un 50% de los pacientes que sufren inicialmente la forma recurrente-remitente de la EM, desarrollan la forma secundaria progresiva.