Encontrar el propósito de la vida, de tu vida, puede ayudarte a sentirte más feliz y satisfecho contigo mismo y con lo que te rodea. Es una sensación que podría contribuir a que te sientas mejor a nivel físico, mental y emocional. Incluso, puede llevarte a descubrir nuevas habilidades, dones y cualidades que no sabías que tenías.
Encuentra tu razón para vivir
Uno de los primeros pasos para hallar el propósito de tu vida es encontrar la razón o el motivo por el que sigues viviendo. Los japoneses usan el término ikigai, el cual se ha convertido en una técnica para explorar las opciones desde cuatro ángulos fundamentales: tu pasión, tu misión, tu profesión y tu vocación.
Haz una declaración de vida
Toma una hoja de papel y un lapicero, escribe todo aquello que te ayude a creer una idea clara, honesta y alcanzable de lo que esperas de tu vida de ahora en adelante y en el futuro. Es como elaborar la visión que te guiará de ahora en adelante, así que sé claro con lo que escribes.
No te conformes con un solo propósito
Es normal que las personas piensen que su meta en la vida es una sola, pero la realidad es que no es así. Como lo vimos con la técnica del ikigai, las personas pueden tener varios propósitos en sus vidas y sentirse realizadas en diferentes aspectos.
Aprovecha la incomodidad
Es común que las personas empiecen a sentirse incómodas en situaciones estresantes, pero también cuando sienten que han cumplido su ciclo en un trabajo o en una relación.
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