- Secreción del pezón: No todas las secreciones del pezón son motivo de preocupación, pero si notas secreción con sangre que ocurre en un solo lado, debes tomarlo en serio.
- Masa en la axila: Muchas mujeres pasan por alto la importancia de examinar la axila al hacer el autoexamen de senos. Los bultos en esta área pueden ser una señal de cáncer de mama que se ha propagado a los ganglios linfáticos más cercanos.
- Hinchazón y enrojecimiento: Aunque estos suelen estar relacionados con infecciones mamarias, en casos raros pueden ser un signo de cáncer de mamas, especialmente tipo inflamatorio.
- Hoyuelos o hendiduras en la piel: Cambios en la piel pueden indicar la presencia de un cáncer que está afectando el tejido mamario y tirando la piel hacia dentro. Estos cambios son preocupantes cuando son nuevos y unilaterales.
- Cambios en el tamaño de un seno: Si este se vuelve notablemente más pequeño, firme, apretado o alto que el otro, o si experimentas un agrandamiento repentino y persistente, podría ser una señal de cáncer de mama.
Estar al tanto de estas señales de cáncer de mama es esencial para la detección temprana y el tratamiento efectivo. Siempre consulta a tu médico ante cualquier cambio o inquietud relacionada a tus senos.
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