El especialista dice...
Hay personas con cuerpos más grandes, y diferentes al “ideal” que se sienten seguras de ellas mismas con el cuerpo que tienen. Esto es totalmente valido, y debería ser normalizado ya que la salud puede estar presente en diversidad de cuerpos; pero es muy diferente el que una persona se vea con un cuerpo diferente del que realmente tiene.
Esto es una distorsión corporal, es decir hay una percepción distorsionada del cuerpo como pasa en trastornos como la anorexia, y la vigorexia. Esto también puede pasar en personas con sobrepeso u obesidad, que se observan a sí mismas con cuerpos más pequeños y no aceptan que han aumentado de peso; es una situación compleja que requiere apoyo psicológico, y nutricional.
Si nos preocupamos por alguien que no acepta que ha aumentado de peso, y que no quiere adoptar hábitos saludables porque cree que no lo necesita; lo mejor sería no opinar en base a su cuerpo sino en base a sus hábitos y hacerle saber que realmente nos preocupa, preguntarle cómo se siente sin estigmatizar el tipo de cuerpo de la persona.
Ya que una persona con un cuerpo más robusto o grande pudiera ser catalogado como obeso o con sobrepeso; sin embargo, el peso no necesariamente refleja salud.
Entonces... ¿Qué hacer?
Por lo tanto, no debemos ejercer presión haciendo comentarios negativos sobre el cuerpo o sobre su forma de comer, podemos exteriorizarle nuestra preocupación, y sugiriéndole que pruebe hacer cambios en su alimentación poco a poco. Para que estos cambios sucedan, es necesario una reflexión; que esta persona acepte que tiene un problema, y reciba apoyo psicológico, y nutricional. No podemos obligar a nadie a cambiar, pero sí mostrar nuestro apoyo.
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El abordaje nutricional se basa en los hábitos, también en indagar si existe alguna relación tormentosa con los alimentos para trabajar en esto antes de implementar hábitos saludables. El objetivo no es que la persona baje de peso, sino que sea consciente de todo lo que la está afectando, y hacer cambios de manera consciente poco a poco. Este proceso debe ir de la mano de apoyo psicológico, ya que se trata de una distorsión corporal, y va más allá de la forma de comer.
Si conoces a alguien que no quiere aceptar los cambios en su cuerpo, muéstrale tu preocupación de la forma más empática que puedas; sin emitir juicios que puedan lastimarle.
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Fuente:
Lic. Carmen Zúniga
Nutricionista y dietista
@Mononutrición
7841-5690