La logopedia es una especialidad que se dedica al diagnóstico, prevención y tratamiento de alteraciones del habla y del lenguaje. El término logopedia proviene del griego y está compuesto por dos palabras: logos, palabra, y paideia, educación. Por tanto, en conjunto, logopedia quiere decir, educación de la palabra.
La logopedia es la ciencia que estudia los trastornos de lenguaje y audición en niños y adultos. En los más pequeños es una gran ayuda para que mejoren su comunicación.
Se centra en la reeducación de los trastornos innatos o adquiridos del lenguaje en niños o adultos, comprendiendo tanto los aspectos relativos al lenguaje oral como escrito. La logopedia, por tanto, se dedica al diagnóstico, prevención y tratamiento de las alteraciones del habla y del lenguaje (hablado o escrito, tanto en comprensión como en expresión).
Su actuación se desarrolla en varios entornos: el educativo, el lingüístico, el conductual, el clínico, etc. con la orientación del logopeda, quien evalúa posibles dislexias, discalculias (problemas para la adquisición de los conceptos básicos matemáticos y el cálculo) o disgrafías (escritura defectuosa sin causa neurológica o intelectual que lo justifique). En muchas ocasiones, ciertas dificultades escolares como la falta de comprensión lectora está relacionada con alguno de estos factores.
El logopeda trata los trastornos del desarrollo del lenguaje, de la articulación, de fluidez y de ritmo, del habla, de la audición, trastornos neurológicos, de la voz, del lenguaje lecto-escrito, y de la comunicación asociados a autismo, deficiencia mental, parálisis cerebral, etc.
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El lenguaje es materia de preocupación cuando en lugar de facilitar la comunicación, la impide. Ante la situación de un niño que presenta dificultades en el habla, tanto a nivel expresivo como comprensivo, el logopeda ha de tener en cuenta siempre que los problemas del niño tienen o tendrán repercusión en su entorno próximo y, si así ocurre, le será fácil caer en un deterioro peligroso en su desarrollo.
¿Cuándo preocuparse?
Hoy en día es cada vez más habitual quitar importancia a pequeñas señales de los niños cuando están en la etapa de desarrollo del habla y del lenguaje. Es frecuente pensar que se trata de algo puntual que desaparecerá con el tiempo, pero, en muchas ocasiones, esta espera puede ser perjudicial para nuestro hijo.
De esto advierten los especialistas en la terapia del lenguaje, quienes señalan que es aconsejable consultar con un especialista cuando se identifican ciertos signos de alarma.
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Se recomienda a los padres y a las madres que contacten con un especialista en logopedia si los niños muestran dificultades que no son propias de su edad, como:
- No gesticular
- No socializar
- Dificultad de comprensión
- Problemas para expresarse
- No hablar como los demás
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