Llevar un estilo de vida saludable no es tan sencillo, pues para mantenerla, es necesario hacer algunos sacrificios.
1.- Empieza poco a poco
Querer iniciar una vida fitness es un gran paso, y dentro de la emoción del momento es posible que queramos hacer un montón de cambios repentinamente en nuestra rutina, pero lo cierto es que esto no es nada realista. De hecho, querer hacer tantos cambios de un día a otro puede resultar agotador física y mentalmente, o peor, convertirse en un ritmo de vida no sostenible.
2.- Ten una alimentación balanceada
Para bien o para mal, cuando se trata de llevar un estilo de vida saludable o fitness, los resultados jamás van a llegar sin una alimentación adecuada. Pero no te asustes, tener una dieta sana no significa dejar de comer las cosas que te gustan o que debas comer menos. Al contrario, significa que vas a aprender a comer correctamente, de manera saludable y deliciosa, respetando tus porciones y las necesidades tanto de tu cuerpo como de tus objetivos.
3.- Disfruta tu proceso
Hagas lo que hagas, no seas duro contigo mismo. La práctica no es perfecta y este viaje se trata de aprender, de conocerte y de ver cómo día a día vas aguantando más, te vas volviendo más fuerte y no solamente tu cuerpo evoluciona, sino también tu mente.
4.- No midas tus resultados con el peso
Medir los resultados basándote en tu peso es de las cosas menos realistas que pueden existir cuando quieres tener un estilo de vida saludable. No solamente es agobiante para tu salud mental, los números en la báscula jamás podrán decir tus resultados reales porque esa máquina no conoce tus objetivos; después de todo, la báscula no sabe diferenciar entre masa y músculo.
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