Ya hemos escuchado que no te gusta el sabor del agua, que se te olvida tomar agua, que no logras tomar tanta... todas son excusas y lo importante es tener presente que consumir el agua necesaria permitirá que tu cuerpo siga funcionando como debe:
Lee estos tips y te aseguramos tu reconciliación con el agua:
- Bebe un vaso antes de cada comida. Si haces tres o cinco comidas al día, ya te habrás asegurado la ingesta de al menos la mitad de la que necesitas.
- No temas beberla con las comidas pues facilita la asimilación de nutrientes.
- Súmate a la moda de tener siempre una botella a mano o un vaso al lado y ve tomando poco a poco.
- Ponte objetivos para motivarte: por ejemplo, bebe una botella en el transcurso de la mañana.
- Ponte alarmas o recordatorios para que no pases demasiadas horas sin beberla.
- Saborízala. Si eres de los que no te gusta su “sabor”, prueba a ponerle trozos de fruta, rodajas de limón o hierbas aromáticas (hojas de hierba buena o menta) y poco a poco ir disminuyendo la proporción.
- Lleva agua contigo cuando vayas a realizar un mayor esfuerzo físico, aunque sea salir a caminar, tu cuerpo te la pedirá y poco a poco irás encontrándole el gusto.
- Bebe agua después del café, esto además frenará la secreción de gastrina que, en exceso, puede producir gastritis o úlcera.
- Elige momentos claves, puede ser antes de empezar a cocinar, para saciarte y evitarte la tentación de ir probando.
- Un poco de picante. Ponlo en tus comidas, te invitará a beber agua.
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