Perder el hábito deportivo es mucho más sencillo que ganarlo, por desgracia. Es evidente que realizar ejercicio de forma asidua requiere de más esfuerzo y motivación que llevar una vida sedentaria, por lo que más a menudo de lo que nos gustaría, y por muy animadas que nos sintamos al principio, es fácil que cada cierto tiempo abandonemos por completo esa rutina que tanto nos costó ganar, ya sea porque alguna actividad o compromiso se interpuso en el camino, porque llegaron las vacaciones o simplemente porque estamos muy ocupadas y nos cuesta sacar tiempo.
Y es que muchas veces, ese día que te saltas el gym se convierte en una semana, un mes y, antes de que te des cuenta, has vuelto al punto de partida, preguntándote en qué momento todavía estabas a tiempo de retomar tu rutina sin que todo el esfuerzo anterior fuese en vano (aunque nunca lo es, porque siempre, por poco que sea, mejorará nuestra salud). No se trata de desmotivarnos, sino de ser conscientes de cómo y a qué velocidad nuestro cuerpo va perdiendo lo ganado, para así incentivar que no abandonemos nunca por completo esa práctica deportiva.
Por supuesto, cada persona es diferente, por lo que las condiciones de cada una -cuánto tiempo llevas practicando deporte, qué tipo de entrenamiento realizas, la alimentación, la genética y la forma física- tendrán mucho que ver en cómo de rápido o despacio vayas perdiendo tus avances, tal como confirma la entrenadora física y dietista deportiva Bea Porto. No obstante, sí hay ciertas pautas que podemos tener en cuenta en líneas generales, tal como indica la especialista.
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Los resultados que más duran y los que menos
La preparadora física señala que lo primero que debemos tener en cuenta es el tipo de entrenamiento que estábamos realizando en nuestra rutina deportiva antes de ese ‘abandono’, pues no todos los resultados desaparecen igual de rápido. “En general, los deportes de fuerza y velocidad se pierden rápidamente. Sin embargo, los deportes de resistencia (como el ciclismo, el running o la natación), perdurarán mucho más en el tiempo”, explica.
¿Cuánto se tarda en perder la forma física?
Tal como apunta Bea Porto, “el cuerpo es sabio y a la par muy agradecido y también desagradecido. Si se practica deporte regularmente, la evolución física crece de forma exponencial; pero si se deja de practicarlo, involucionamos rápidamente", advierte. Como decíamos al principio, el grado y rapidez con los que perderemos nuestros avances dependerán de muchos factores individuales de cada persona, pero la especialista señala que lo habitual es que “baste con unas dos semanas para perder la evolución que teníamos, en ese tiempo nuestro estado de forma decrecería”. No solo son necesarias esas dos semanas, sino que, evidentemente, se trata de un proceso paulatino, por lo que la experta explica que “en el momento en el que llevamos más de cinco días sin practicar ejercicio físico, ya notamos pérdidas”.
Así se pierde nuestra evolución
Cuando entrenamos, dependiendo del tipo de práctica deportiva que realicemos, trabajamos determinadas áreas que no se pierden a la misma velocidad si abandonamos nuestra rutina fitness. “Dependiendo de cómo sea la persona, señala Porto, notará pérdida de masa muscular en los primeros días o tardará más si genéticamente tiene una masa muscular fuerte. La capacidad de resistencia se disipará de la misma forma (aunque siempre será menor que una persona que no practica nada de deporte). En cuanto al peso, hay personas que cogerán peso enseguida, y otras que lo perderán (por la pérdida de masa muscular)”.
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El retroceso en tres días, una semana, un mes…
Para que nos hagamos una idea de cómo se desarrolla esa progresión de pérdida de musculatura, resistencia, etc. desde el momento en el que abandonamos nuestra práctica deportiva, Porto nos explica cómo evoluciona normalmente ese proceso para que sepamos cuál es el verdadero punto de no retorno.
- Dos o tres días sin hacer ejercicio… “Prácticamente no habrá ningún retroceso, incluso puedes mejorar la condición física porque se favorece el descanso y la asimilación del entrenamiento”.
- Una semana sin hacer ejercicio… “Nos notaremos más hinchados o torpes, pero aún no perderemos la condición física”.
- Un mes sin hacer ejercicio… “Nuestra capacidad respiratoria será muy inferior y nuestro sistema cardiovascular será menos eficiente, perdiendo también masa muscular”.
De aquí en adelante, la especialista confirma que cualquier forma física que hayamos podido tener será un mero recuerdo, por lo que tocará volver a empezar de cero y, esta vez, no dejarlo nunca.