Si realizas algún deporte regularmente y sigues una dieta saludable, pero no consigues los resultados que quieres, de seguro estás haciendo algo mal en tu mundo fitness. Sigue leyendo y descubre lo que no debes hacer.
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NO TENER UNA META
Márcate un objetivo, pero sé realista. Cuando haces ejercicio puedes quemar grasa o ganar músculo. Si lo que quieres es sentirte más fuerte, entonces te interesa el fortalecimiento del músculo. Si lo que deseas es perder peso, incorpora ejercicios quemagrasa y, además, será necesario que revises seriamente tu dieta.
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NO CAMBIAR LA RUTINA DE ENTRENAMIENTO
Si hacer ejercicio te resulta aburrido y repetitivo y no te motiva en lo absoluto, cambia tu rutina. Esto no es solo un problema femenino; a los hombres les pasa exactamente igual. Para conseguir una buena actitud, que te permita avanzar, es necesario tener una progresión adecuada. No importa los ejercicios que estés realizando. Si haces pesas, el aumento ha de ser gradual y no debe ser de más del 5%; lo mismo en las repeticiones o en la duración de tus sesiones. explica De lo contrario, tu cuerpo califica como rutina el efecto de tu entrenamiento.
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NO TE PRECIPITES
Ir al gimnasio a la hora de comer y aprovechar para ver el programa que ponen en la tele justo a esa hora no es un entrenamiento. Concéntrate al 100% en la sesión para lograr el mejor resultado posible. Un buen indicador es la capacidad de hablar al hacer cardio. Si puedes mantener una conversación con tu compañera de ejercicios, entonces es que no te estás esforzando lo suficiente.
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MIEDO A PROBAR LAS PESAS
Cuanto más músculo tengas, más rápido actúa tu metabolismo y más fácil te será mantener tu peso estable. Puedes recibir una clase para aprender los conceptos básicos o la incorporación de una rutina de pesas de todo el cuerpo en tu sesión y pedir ayuda si es necesario.