Claudia y la pequeña Krisscia, se sienten agradecidas con la Fundación Ayúdame a Vivir por el apoyo recibido en esta difícil enfermedad.
Cada 15 de febrero se celebra el Día Mundial de la lucha contra el cáncer infantil.
Claudia Cerén es una madre amorosa, tiene dos hijos Krisscia de cuatro años y Daniel de 10. En el 2018 su hija presentó problemas respiratorios y la llevaron donde especialistas, en un principio fue diagnosticada con asma y estuvo en control con medicamentos y terapias.
Luego presentó otros síntomas confusos, como la inflamación en el estómago y en los ganglios. Un día los padres de Krisscia la llevaron de emergencia al hospital, la pequeña tenía neumonía y un pulmón colapsado, a raíz de eso la doctora le tomó el examen para descartar la leucemia pero fue positivo.
“Nos llevaron de emergencia a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), le drenaron un pulmón, estuvo muy grave, estuvimos a punto de perderla. Al noveno día despertó”, recuerda su madre.
Su diagnóstico fue Leucemia Linfoblastica Aguda (LLA) un tipo de cáncer de la sangre que se presenta de modo instantáneo y crece rápidamente, la enfermedad se caracteriza por la producción excesiva de glóbulos blancos inmaduros en la médula ósea y el torrente sanguíneo. Es el tipo de cáncer más frecuente en la infancia.
Krisscia junto a su hermanito Dani, siguen disfrutando las mismas actividades juntos, como ir al parque, pintar y jugar.
“Al principio renegué mucho porque es algo que uno no espera, pero ya voy entendiendo muchas cosas, todo tiene un propósito. Duele ver todo lo que ellos aguantan, sufren mucho y uno a la par de ellos”, expresa la mamá de Krisscia.
Claudia confesó que se escapaba para ir a llorar al baño. Pero con el tiempo le bastaba mirar a su hija cuando terminaba su quimio y se ponía a bailar y a jugar “como si nada grave pasara”.
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“Si nos tomamos de la mano de Dios recibimos la fortaleza para sobrellevar esta carga tan dura. Uno quisiera solo estar con ellos, pero hay un hogar, más hijos, un trabajo, nada de eso se puede descuidar, uno se tiene que dividir en varias partes. Como padres de un niño con cáncer debemos estar tranquilos para poder transmitir esa paz nuestros hijos porque ellos enfrentan un momento traumático, deprimente y uno debe mostrar alegría”, agrega.
Krisscia ya tiene un deseo al terminar su tratamiento. "Cuando esté sana llévame al mar, llévame a la montaña, pero cuando esté sana", le dijo a su madre.
Ella solo es una de las beneficiadas por el programa nacional de cáncer infantil implementado por la Fundación Ayúdame a Vivir, que desde 1991 ha salvado la vida de cientos de salvadoreños brindando tratamiento contra la enfermedad sin ningún costo.
La madre de Krisscia reveló que la pequeña no ha tenido efectos secundarios de la quimioterapia, aunque perdió su cabello, le encanta usar sus sombreros.
Los signos de LLA infantil
La LLA infantil u otros tipos de cáncer puede producir fiebre, hematomas (moretes) o sangrados fáciles, petequias (manchas planas, como puntitos de color rojo oscuro debajo de la piel), dolor de huesos o articulaciones, masas en el cuello, las axilas, el estómago o la ingle.
Consulta de inmediato si identificas alguno de estos en tu hijo.
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