Cuando realices ejercicio es indispensable que consumas suficiente agua para no sufrir una descompensación.
Pero, ¿qué ocurre cuando no ingerimos la cantidad necesaria? Se presenta, entonces, la deshidratación y en el organismo se desatan una serie de reacciones negativas que ponen en peligro nuestra salud.
Te compartimos cinco señales para identificar que tu cuerpo está pidiéndote mayor ingesta de este líquido.
FATIGA
La falta de agua en el organismo afecta el volumen de la sangre, disminuye la presión y la cantidad de oxígeno hacia las células y el cerebro. Consumir suficiente agua evita la deshidratación y ayuda a mantener la energía necesaria para el día a día.
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CAMBIOS EN EL COLOR DE LA ORINA
Cuando el cuerpo no está bien hidratado, los riñones tienen dificultades para producirla orina. Si notas un color amarillo oscuro, eso significa que está sobrecargada de toxinas y que necesitas consumir más agua.
ESTREÑIMIENTO
El sistema digestivo necesita de una buena cantidad de agua para llevar a cabo el proceso de digestión. Si tienes este problema, bebe un vaso de agua media hora antes de cada comida y notarás la diferencia.
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PIEL SECA
El consumo de agua previene el envejecimiento prematuro y la resequedad. Consumir abundante agua ayuda a mantener la firmeza y el colágeno de la piel, ayudándote a lucir suave, radiante y joven.
Es mejor beber la cantidad suficiente de agua y no esperar un malestar para darnos cuenta que necesitamos beberla. Lo recomendable es ingerir entre 1.5 y 2 litros al día y, en épocas de calor, hasta 3 litros.
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