Un mito sobre la obesidad ha quedado desmentido. Especialistas de EE.UU., México y Canadá reunidos en un foro de la rama mexicana de la International Life Science Institute (ILSI) coincidieron este pasado miércoles en que, el azúcar y los edulcorantes por sí mismos no son los únicos culpables de la obesidad.
"El azúcar no es el enemigo, el problema son las calorías", señaló el doctor John L. Sievenpiper, médico del St. Michael's Hospital de Toronto (Canadá) durante el encuentro. Durante años, los llamados azúcares añadidos han sido culpados de contribuir al aumento de la obesidad y señalados como causantes de diabetes, incremento de enfermedades coronarias, hipertensión, entre otros males.
Según Sievenpiper, existe una evidencia baja que pueda vincular a las bebidas endulzadas con azúcar y la aparición de diabetes o hipertensión en los pacientes. El consumo de esas bebidas, explicó, es un factor relativo si se compara con otros hábitos de riesgo como fumar, la genética o el sedentarismo.
Los estudios más recientes señalan otros alimentos como las papas (patatas) chips, la carne o las frituras como más influyentes que las bebidas endulzadas con azúcar en la aparición de la obesidad.
Incluso se ha señalado que los azúcares pueden ser adictivos. Estudios recientes no son concluyentes y la mayor parte de la evidencia científica se basa en modelos experimentales con animales.
Para buscar las verdaderas causas de la obesidad, los expertos señalan que hay que mirar el consumo calórico per cápita diario. En 1970, se consumían diariamente un promedio de 2.155 calorías y en la actualidad ronda las 2.604. De ese total el consumo de azúcar y edulcorantes representa solo el 8 %, lo que se explica porque ahora se comen más grasas, aceites, harinas y cereales.
Sin embargo, el doctor Hugo Laviada, académico de la Universidad Marista de Mérida (México) llamó a no minimizar el papel del azúcar en la obesidad. "La buena azúcar en todo caso es la que viene de la fruta", matizó.
El problema de la obesidad es multifactorial y complejo. La clave es comer de forma balanceada y cuidar las porciones. Si se pretende bajar de peso hay que hacer un cambio en la alimentación y aumentar el ejercicio, según los asistentes al foro.
"Las dietas fallan, la mejor evidencia para bajar de peso es que nos asesore un equipo de especialistas: quinesiólogos, psicólogos, nutriólogos. En el trabajo debemos movernos más, conducir menos y eliminar en lo posible los comportamientos sedentarios", concluyó Sievenpiper. EFE