1. Te sientes sin energía
Para tener un óptimo rendimiento físico y mental durante el día es esencial el aporte energético de un buen desayuno. Por eso, una de las consecuencias de no desayunar es una fuerte sensación de cansancio y somnolencia que se puede prolongar a lo largo de la jornada.
2. Aumentan tus niveles de glucosa
Los nutrientes que se obtienen de los alimentos del desayuno son determinantes en el control de los niveles de glucosa. Así pues, cuando no se consumen a tiempo, o se sustituyen por alternativas poco saludables, la concentración de insulina disminuye y el cuerpo acumula más azúcar.
3. Sientes más hambre como una de las consecuencias de no desayunar
Una de las consecuencias de no desayunar que inciden en el aumento del peso corporal es la sensación de ansiedad. Aunque al principio parece que se “ahorran calorías” al no consumirlo, más tarde conlleva a caer en excesos tras provocar un deseo insaciable de comer.
4. Sufres alteraciones emocionales
La falta de nutrientes que se produce por pasar por alto esta primera comida del día puede incidir en los descontroles emocionales que, a su vez, estarían relacionados con una posterior ingesta abusiva, según afirma este estudio realizado por la Universidad Autónoma de Madrid.
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