La tierra está sometida a radiaciones de distintos tipos. La capa de ozono y de oxígeno de la atmósfera evitan que los rayos gamma y los rayos X penetren hasta la tierra, pero en cambio, la radiación ultravioleta, los rayos UVA y UVB, sí que consiguen atravesar esta capa y llegar hasta nosotros.
Los rayos UVA son los responsables de la pigmentación inmediata y los rayos UVB estimulan la formación de vitamina D, aumento del estrato córneo de la piel (hiperqueratosis), debilitamiento del sistema inmunológico y aparición del cáncer de piel.
Ambas radiaciones provocan la formación de radicales libres que alteran el funcionamiento normal de la célula con su posterior degeneración. El 90% de los cambios que sufre la piel humana son debidos al envejecimiento prematuro de las células cutáneas, motivados por los daños de la radiación ultravioleta.
El organismo posee unas determinadas defensas frente a las agresiones solares, por un lado se aumenta la fabricación de melanina (sustancia responsable del color de la piel) y, por otro lado se produce una hiperquetarosis (engrosamiento del estrato córneo de la piel).
Consejos:
- Aplícate como mínimo un factor 30 de protección solar, de preferencia que sea factor 50
- Se debe aplicar unos 20 a 30 minutos antes de exponerse al sol y se debe renovar cada 2 o 3 horas para que no se pierda el efecto
- Se debe evitar las horas de mayor incidencia solar, entre las 11:00 am y las 4:00 pm
- Es conveniente que el bronceado sea progresivo, al principio exposiciones cortas y luego ir aumentando el tiempo. El primer día sólo 15 minutos, luego ir aumentando 10 minutos cada día
- Los días nublados también debe usarse crema con protección, ya que las radiaciones atraviesan las nubes
- Después de tomar el sol, darse una ducha e hidratar la piel
- Usar sombrero, ropa adecuada y gafas solares (el sol penetra por el cristalino y puede favorecer la aparición de cataratas)
- En la montaña se debe utilizar crema con fotoprotección más alta, ya que el riesgo de padecer una quemadura se incrementa un 4% cada 300 metros de altura
- Es necesario acudir a un dermatólogo cuando exista una cambio en la coloración de la piel, un cambio en el tamaño, color o forma de lesiones preexistentes, si aparece sangrado, picor o dolor en una zona en concreto, etc
- Evitar el bronceado cosmético (rayos UVA)
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