Lo que pasa dentro de nuestro cuerpo tiene sus consecuencias en nuestra apariencia, es por esto que llevar una vida sana también nos hace lucir mejor.
¿Pero hasta qué punto los hábitos saludables retrasan el envejecimiento? Aquí te cuento.
1.- Dormir bien
Eso de dormir 8 horas no es mito: durante el sueño, el cuerpo genera una serie de procesos beneficiosos para la salud, entre ellos la regeneración de tejidos.
Según un estudio de University Hospitals Case Medical Center hay una relación directa entre el aspecto de la piel y el nivel de descanso: “Quienes duermen mal muestran más signos de envejecimiento cutáneo, incluyendo líneas de expresión, pigmentación despareja y pérdida de elasticidad.”
Dime si no te ha pasado de dormir una siesta reparadora o algunas horas extras luego de mucho trabajo, verte al espejo y lucir mejor.
2.- Llevar una dieta equilibrada
Ya sabes lo que dicen: somos lo que comemos. Los alimentos que ingerimos determinan nuestro bienestar y, claro, esto también se refleja en nuestro aspecto.
Reducir el consumo de grasas y azúcares al tiempo que se incrementa la ingesta de alimentos naturales, como frutas y verduras es un primer paso hacia una dieta sana.
Algunos productos, además, tienen gran efecto antioxidante, lo que retrasa el envejecimiento de la piel. ¿Cuáles? El aguacate, los frutos rojos (arándanos, fresas, etc.), las coles, la zanahoria, los cítricos, la espinaca y el tomate.
3.- No fumar
No es ninguna novedad que fumar es malo para la salud. Pero además del daño interno, es un terrible enemigo en términos estéticos.
Según la Dra. Marta Banqué de la Sociedad Española de Medicina Estética fumar provoca “arrugas marcadas, aspecto demacrado por la prominencia de los huesos y tonalidad grisácea de la piel”, además de fragilidad en el cabello y dientes amarillentos.
La profesional aporta un dato llamativo: son más los pacientes que dejan el tabaco por cuestiones estéticas que por salud.
4.- Hacer ejercicio
¿Qué puede tener que ver mover el cuerpo con lucir más joven? Más de lo que imaginamos.
Cuando hacemos ejercicio, la sangre se oxigena y libera toxinas, ayudando así a que la piel luzca más joven.
Ya sea que elijas caminar, correr, hacer yoga, bailar, andar en bicicleta o nadar, mover el cuerpo tiene otro beneficio que ayuda a lucir mejor y es el de quitarte el estrés. Y a menos tensiones, más juventud.
5.- Cuidarse del sol
Los rayos ultravioletas son todo lo que NO necesitas para lucir una piel joven.
Y hay que recordar que no solo tomamos sol cuando vamos a la playa o estamos en una piscina, sino que los rayos nos pegan siempre, todo el tiempo que estemos al aire libre.
Por eso, usar protector solar no solo ayuda a prevenir el cáncer de piel, también retrasa el envejecimiento.
Un dato más: evita la cama solar, ya que la Organización Mundial de la Salud la considera cancerígena y además envejece la piel.
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