“Se entiende salud como el estado de bienestar físico, mental y social. La salud mental es algo más que la ausencia de trastornos o imposibilidades mentales, es un componente integral y esencial de la salud. ”Organización Mundial de la Salud
Desde el génesis se narra que en el comienzo de todas las cosas Dios creó al hombre para que trabajase. Y como dijo el famoso filósofo Karl Marx “el trabajo dignifica al hombre”. Por lo tanto el trabajo no es un castigo.
Mas bien el trabajo es el medio por el cual el hombre se realiza como ser humano, pues le hace sentir capaz, útil, necesario, autosuficiente y perteneciente a una sociedad activamente económica.
Sin embargo, no todos los trabajadores están contentos con lo que hacen, pues la misma fuente que les provee ingresos, les produce estrés emocional.
¿Cuándo tu labor se convertierte en una cárcel?
- Te sientes tratado injustamente por tus superiores o compañeros de trabajo
- Antepones el trabajo a tus relaciones personales o proyectos individuales
- Soportas largas jornadas con la esperanza de una mejor remuneración y no ves resultados
Aunque sientas que estás en el "trabajo de sus sueños" la carga emocional de cumplir fechas de entrega estipuladas o excesos de tareas trae consigo estrés que afecta drásticamente tu salud física.
La preocupación constante con las responsabilidades del trabajo muchas veces nos ocasiona:
- Malos hábitos de alimentación.
- Poco tiempo para hacer ejercicio que da como resultado: obesidad, presión alta y altos niveles de colesterol.
- La percepción de tener una compensación baja y trabajar largas horas, aumenta la probabilidad de padecer enfermedades del corazón.
- Pérdida de energía mental.
- La extenuación puede llevar a la depresión.
(Frecuentemente el estrés en el trabajo causa extenuación, una condición marcada por el cansancio emocional y actitudes negativas o cínicas hacia otros y hacia ti mismo).
¿Cómo liberarte del sentimiento de encarcelamiento en el trabajo ?
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Toma descansos durante el día: 10 minutos de tiempo personal te refrescarán la actitud mental. Una caminata corta, habla con un compañero de un tema que no esté relacionado con el trabajo o siéntate tranquilo con los ojos cerrados y respira.
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Aléjate por un momento de la situación cuando sientas coraje. Intégrate mentalmente contando hasta 10 o hasta donde te sea necesario, luego mira la situación nuevamente.
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Establece estándares razonables para ti y los demás. No esperes la perfección.
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Habla con tu supervisor acerca de la descripción de tu puesto. Tus responsabilidades y criterios de desempeño pueden no reflejar de manera precisa lo que estás haciendo. Trabajar juntos para hacer los cambios necesarios no solamente beneficiará tu salud emocional y física, sino que también mejorará la productividad general.
Afortunadamente, hay muchas cosas que puedes hacer para manejar el estrés relacionado con el trabajo. Algunas técnicas de relajación se enfocan en la nutrición y ejercicio; otras, en temas como manejo del tiempo, adiestramientos en cómo ser asertivo, y mejorar destrezas sociales.
Lo ideal es que un psicólogo te ayude a determinar las causas específicas de tu estrés y a desarrollar las estrategias apropiadas para manejarlo.