El consumo calórico de los pacientes diagnosticados era alto, con una dieta rica en grasas saturadas y azúcares. Además, más del 80% de ellos solían consumir alcohol.
En un estudio nutricional realizado durante cuatro meses con 103 pacientes varones, en su mayoría con una edad promedio de 62 años, se exploró la conexión entre los hábitos alimenticios y el desarrollo del cáncer de próstata.
Se destacó que el 87% de los pacientes que acudían a la consulta de Urología por diagnóstico de cáncer de próstata eran obesos. Un 13% presentaba obesidad sarcopénica con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 31 kg/m2. Además, un preocupante 23% tenía un diagnóstico previo de diabetes tipo 2, y de estos, un 9% estaba en tratamiento con metformina, mientras que el 8,5% padecía de dislipidemia.
Importancia de la evaluación nutricional en los protocolos médicos
El objetivo del estudio era evaluar la prevalencia de eventos relacionados y determinar la situación nutricional de los pacientes antes del tratamiento. Se utilizaron procedimientos antropométricos, incluyendo tomografías computarizadas, para evaluar la relación peso/talla, perímetro abdominal, pliegues cutáneos y parámetros de imagen que indican la presencia de grasa abdominal y masa muscular.
Hábitos alimenticios y consumo de alcohol
El estudio también registró los hábitos alimenticios y el consumo de alcohol de los pacientes. Se determinó que el consumo calórico medio era superior a 2.200 kcal, mientras que las necesidades no superaban las 1.700 kcal. Más del 80% de los pacientes consumía alcohol de manera habitual, y se destacó la importancia de evaluar estos factores para mejorar los resultados del tratamiento.
Así pues, Pedro Robledo dijo: "No tomaban solo una cerveza o una copa de vino de forma esporádica, sino que incluían alguna bebida con alta graduación alcohólica en prácticamente todas las comidas. Además, un porcentaje elevado era fumador".
Te puede interesar:
Los comentarios están cerrados.