Mark Rubinstein, profesor de pediatría de la Universidad de California en San Francisco, realizó un estudio donde comprobó que los jóvenes que inhalan el vapor de los cigarrillos electrónicos tienen tres veces mayor cantidad de toxinas potencialmente cancerígenas en el cuerpo que quienes no lo han hecho.
Los resultados del estudio, demostraron que los adolescentes que fuman tanto cigarrillos tradicionales como electrónicos tienen en el cuerpo hasta tres veces más niveles de toxinas, que aquellos que solo “vapean”.
Dicha investigación pone en duda los argumentos como que estos cigarrillos electrónicos son menos dañinos que el tabaco y por eso muchas personas los utilizan para dejar de fumar por completo.
“Una de las razones por las que los adolescentes usan estos productos es que creen que son más saludables que el tabaco. Basándonos en estos resultados, si los jóvenes continúan usando estos productos a lo largo de los años creemos que podría ser peligroso”, señaló el director del estudio.
Los cigarrillos electrónicos de sabores afrutados, son de los preferidos por los adolescentes. Estos podrían ser especialmente peligrosos porque contienen mayores niveles de acrilonitrilo, un conocido carcinógeno.
Otros estudios anteriores muestran que, al igual que el cigarro tradicional, el electrónico contiene químicos como nicotina, glicerina vegetal y nicol de propileno, que pueden causar severos daños en el organismo.