En casi seis meses de confinamiento o cuarentena, ahora ya, voluntaria hemos experimentado sentimientos de ansiedad y estrés que, según encuestas realizadas, para aproximadamente un 70% de la población mundial ha tenido un impacto significativo en sus hábitos alimenticios, adoptando hábitos no tan saludables como los siguientes:
- Comer sin un horario y picar durante todo el día
- Aumento del consumo frecuente de comida rápida
- Sedentarismo a causa del home office
- Consumo elevado de bebidas azucaradas y alcohólicas
- Pausa en la realización de actividades físicas
- Descontrol en las horas de sueño: desvelo en las madrugadas y levantadas tardías
Ahora bien, sabemos que es difícil que de un día para otro abandonemos este tipo de acciones, pero mediante medidas acertadas podremos lograrlo.
- Evita el consumo excesivo de noticias durante el día: hacerlo podría aumentar tu ansiedad y sentimiento de incertidumbre y miedo.
- Toma pequeños breaks durante el home office y aprovecha para estirarte.
- Haz tiempo para el ejercicio; recuerda cinco o 15 minutos son mejor que no hacer nada.
- Come sin ningún tipo de distracción y prefiriere cocinar en casa que comprar a domicilio.
- Mantén frutas, verduras y alimentos de calidad en casa. Si tienes alimentos nutritivos a tu alcance será más fácil que retomes hábitos saludables.
- Evita pasar muchas horas sin comer.
- Establece un mismo horario para tus comidas.
No seas tan duro contigo mismo por los cambios en tu alimentación durante la cuarentena y, en lugar de ello, enfócate en trabajar por mejorar
tus hábitos. Trata de dormir de noche entre siete y ocho horas, y no dormir durante el día. Ten en cuenta que si no duermes bien es muy probable que sientas más ansiedad por comer, porque las señales de hambre y saciedad en tu cuerpo están siendo afectadas.
Además, para tener un mayor control de lo que consumirás en la semana, puedes preparar un menú un día. Toma en cuenta los siguientes
consejos:
- Escribe lo que quisieras cocinar cada día de la semana. Procura incluir frutas y verduras de temporada, fuentes de proteína comopollo, pescado, huevos, carnes, lácteos bajos en grasa, legumbres, grasas saludables, tubérculos y cereales integrales.
- Revisa lo que tienes en casa para hacer una lista de compras para ir al supermercado o mercado a comprar lo que te haga falta, y así evitar que compres en exceso.
- Utiliza alimentos sobrantes de preparaciones anteriores para el menú de la semana, así no desperdiciarás nada.
- Varía las preparaciones. Añade sopas, cremas, preparaciones horneadas o guisadas. La alimentación saludable debe ser suficiente, variada y con todos los grupos de alimentos.
Fuente:
Lic. Carmen Zúniga
Nutricionista y dietista
@Mononutrición
7841 5690