La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado la creación de la Comisión de la OMS sobre Conexión Social con miras a hacer frente a la soledad como una amenaza apremiante para la salud, promover las relaciones social de manera prioritaria y acelerar la ampliación de soluciones en la materia en los países de cualquier tipo de ingreso.
Esta comisión analizará el papel central que desempeña la conexión social en la mejora de la salud de las personas de todas las edades y expondrá en términos generales soluciones a medida para establecer relaciones sociales. Además, estudiará cómo la conexión social mejora el bienestar de nuestras comunidades y sociedades y ayuda a fomentar el progreso económico, el desarrollo social y la innovación.
El aislamiento social (la falta de suficientes de relaciones sociales que provoca soledad) y el dolor de no sentirse vinculado socialmente están muy extendidos. Contrariamente a la creencia de que el aislamiento y la soledad afectan principalmente a las personas mayores en los países de ingreso alto, ambos problemas están presentes en todas las personas de todo el mundo, independientemente de su edad, y afectan a la salud y el bienestar de estas. Una de cada cuatro personas mayores sufre aislamiento social, tasa muy similar en todas las regiones.
Según resultados de diversos estudios, entre un 5% y un 15% de los adolescentes padecen soledad, pero es probable que estas cifras representen una subestimación.
Las altas tasas de aislamiento social y soledad en todo el mundo tienen graves consecuencias para la salud y el bienestar. Las personas que no tienen suficientes relaciones sociales estables corren un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, ansiedad, demencia, depresión, suicidio, etc., explicó el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Esta Comisión de la OMS ayudará a establecer la conexión social como una prioridad de salud mundial y dará a conocer las medidas más prometedoras.
La falta de conexión social conlleva un riesgo equivalente, o incluso mayor, de muerte prematura al asociado con otros factores de riesgo más conocidos, como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la inactividad física, la obesidad y la contaminación del aire.
El aislamiento social también tiene un grave efecto en la salud física y mental: diversos estudios muestran su relación con la ansiedad y la depresión y cómo puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 30%.
La nueva comisión de la OMS definirá un programa mundial sobre conexión social para crear conciencia y establecer colaboraciones que impulsen soluciones basadas en información fáctica para países, comunidades e individuos. Este programa tiene una importancia particular en este momento puesto que la pandemia de COVID-19 y sus repercusiones sociales y económicas han hecho mella en las relaciones sociales.
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