La sociedad empieza a asumir que un estilo de vida saludable es necesario para el bienestar personal. Todos sabemos que una dieta equilibrada y una actividad física regular son la base de una rutina sana. Sin embargo, uno debe ser constante para adquirir e interiorizar estos hábitos.
Enriquece la dieta con frutas y verduras
Una de las bases para seguir unos hábitos alimentarios saludables es enriquecer tu dieta mayoritariamente con frutas, verduras y hortalizas. Ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Incorpora frutas y vegetales en todas tus comidas (deberías comer al menos unos 400 gramos o cinco porciones al día de frutas y verduras).
- Como tentempié o picoteo prioriza comer frutas frescas y verduras crudas.
- Opta por alimentos de temporada y dale variedad a tu dieta diaria.
Reducir al máximo el consumo de azúcares libres
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que, niños y adultos, deben reducir a menos del 10% la ingesta de azúcares libres sobre la ingesta calórica total. De hecho lo ideal sería aproximarse al 5% para obtener mayores beneficios en la salud. Para hacerlo, deberás incorporar estos hábitos alimentarios saludables:
- Limitar el consumo de alimentos y bebidas de alto contenido en azúcares (bebidas azucaradas, refrescos, zumos, aperitivos, golosinas, bollería, ultraprocesados…)
- Priorizar el azúcar natural de las frutas por encima del consumo de productos con azúcares añadidos y refinados
- Conocer el valor nutricional de los alimentos para tomar decisiones más conscientes
Control de las grasas
Las grasas son nutrientes esenciales de la dieta, pero su consumo debe ser moderado (sin superar el 30% de la ingesta calórica total) y, sobre todo, debemos enriquecer la dieta con aquellas grasas que sean más saludables, como las que proceden del aceite de oliva, del aguacate o de los frutos secos.
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