Muchas mujeres enfrentan un dilema cuando se trata de elegir entre cumplir sus sueños como madres o profesionales. Si bien el deseo por formar una familia y darles lo mejor en ocasiones obliga a dejar el hogar y mantener un trabajo estable, algunas mujeres también dejan sus trabajos y deciden seguir sus sueños.
Tal es el caso de Ana de Vilanova, una joven madre que comenzó su emprendimiento “por accidente”. Fue hace más de 15 años cuando mantenía un trabajo y en sus tiempos libres se dedicaba a la fabricación de accesorios personalizados para bodas, su creatividad y talento le permitió realizar dichos productos a mano por más de siete años.
Luego de eso, conoció a su esposo Fernando y años después se casaron. Mientras esperaba a Matías, su primer hijo, pensaba cómo equilibrar sus aspiraciones y metas en su rol de mamá y profesional, aunque esto significara dejar de lado su profesión como mercadóloga.
“No quería regresar a una oficina, yo quería ser mamá presente, y deseaba seguir mi emprendimiento. De regalo de cumpleaños, mi esposo me montó un taller en casa y así empecé con la idea de hacer accesorios pero esta vez de forma diferente”, recuerda.
El equilibrio entre roles
Convertida en madre y llena de inspiración, incorporó nuevos materiales y más diseños en sus productos. Ana también se dedicó a decorar el cuarto de su hijo mayor utilizando elementos ambientados por ella y así llegaron los primeros clientes. Explica que no lo planeó y fue más bien como “pato al agua”, sin embargo, le dio la oportunidad de estar cerca de su familia y realizar lo que más le gusta.
EL CUIDADO DE SU FAMILIA
Estar en casa le permite tener cuidados especiales con su familia, uno de ellos es la alimentación. “Desde que nacieron los niños los acostumbramos a comer de todo, comen muy saludable, pero lo más importante es que a la hora de comer nos sentamos en la mesa y no permitimos que utilicen ningún aparato electrónico”, detalla.
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Como familia disfrutan realizar actividades al aire libre, como jugar tenis, andar en bicicleta y visitar algún parque. En la semana Matías y Nicolás practican fútbol y natación. Para los esposos Vilanova, el equilibrio entre sus profesiones como cinematógrafo y diseñadora, combinado en sus rol de padres, radica en la calidad de tiempo que disfrutan juntos en familia.
“Trabajando desde casa he logrado estar cerca de mis hijos, acompañarlos en cada momento importante y eso me da mucha felicidad. Me encanta ser mamá, ser diseñadora y crear cosas nuevas”, finaliza Ana.
“Se siente bien ser emprendedor, luchar por tus hijos y que ellos vean que estás realizada haciendo lo que te gusta. Y los momentos en familia son tan importantes porque recuperas esas horas en el día donde no estás con ellos”, Ana de Vilanova, diseñadora y madre.
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