Parece insólito que yo les haga esta pregunta…pero no lo es. He tenido casos en mi programa de televisión ¿Quién tiene la razón? que me preocupan. He visto en mi consultorio errores en este tema con terribles consecuencias, todo por desinformación.
El acto de adoptar un niño es un hecho muy conmovedor, aquí se mueven sentimientos profundos como el abandono que sufre el niño adoptado por sus padres biológicos, el dolor de la pareja con problemas de esterilidad, la construcción de una nueva familia alrededor de ese niño que ha nacido y cuyos padres biológicos no pueden o no quieren acoger y criar.
Recuerdo una madre que nunca dijo a su hija que fue adoptada, como resultado cuando se enteró en la calle, ya siendo una adulta, esta desapareció de la vida de su madre adoptiva. La madre sufrió serios momentos de angustia, cuando finalmente la encontró, la llevo a mi consultorio. La hija se negaba a hablarle y solo repetía: ahora como puedo creer en alguien, si mi madre me ha engañado por tanto tiempo. Necesito muchos años de terapia y conocer a sus padres biológicos, para volver a tener una relación con su madre adoptiva.
De nuevo se repite: lo que más tememos tendemos a comportarnos para repetirlo, para que nos pase. ¿Por qué digo esto? Muy sencillo. La mayoría de los padres adoptivos temen profundamente decir la verdad sobre su origen a los niños por miedo a perderlos….pero si no se lo dicen comenten un grave error y solo logran que su hijo se distancie, tenga mucha rabia contra ellos y tema abrirse a la gente y confiar en ella. Hacen un razonamiento muy claro: si mis padres me engañaron sobre algo tan sagrado como es quién soy y de dónde vengo, no es seguro creer en nadie.
Así que debe decir a un niño que es adoptado desde que se le cambian los pañales, destacando que fue deseado y amado desde antes de nacer, que estaba en nuestro corazón desde siempre. Celebrar que tiene dos padres y dos madres, unos biológicos y otros adoptivos.
Por Dra. Nancy Alvarez
Sitio web: www.nancyalvarez.com
Facebook: Nancy Alvarez