Posiblemente, esto se deba a que no te organizas para cumplir tus propósitos y te excusas cuando las cosas no salen como tú quieres.
Estás acostumbrado a justificarte cada vez que fallas en algo y nunca te tomas el tiempo para reflexionar, actuar y trabajar por eso que tanto anhelas.
Por ello es importante que tomes en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Prioriza tus responsabilidades y obligaciones laborales, académicas y/o profesionales.
- No desvíes tu energía en errores del pasado; enfócate en la toma de decisiones para tu futuro.
- Libérate del estrés que acumulas y construye día a día tu vida con calma, motivación y positivismo
- No te distraigas en cosas mínimas ni pierdas el tiempo haciendo actividades que no abonen a tu reto a cumplir
- Visualiza tus resultados y las consecuencias que tendrás al obtenerlos
No hay mejor satisfacción que ver resultados de tu esfuerzo constante, tu perseverancia y tu arduo trabajo. Concéntrate en obtener lo que tanto buscas y no te desgastes inventando excusas y formulando “mentiritas” para justificar tu falta de responsabilidad y compromiso ante las situaciones de la vida y utiliza tu inteligencia, tu energía y tu actitud para lograr cada meta propuesta o asignada.
¡No te desgastes “justificando”; desgástate trabajando para tus propósitos!