Caminar descalzos sobre la arena, recibir los rayos de sol, jugar entre las olas y respirar profundamente, forman parte de las increíbles experiencias que vivimos estando en la playa. Y es que todos tenemos un bonito recuerdo frente al mar. ¿No crees?
Más allá de la conexión que logramos con la naturaleza en nuestro viaje a la playa, también obtenemos beneficios para nuestra salud que quizá no todos conocemos a detalle, y que hoy queremos indicártelos.
ESTOS SON LOS BENEFICIOS QUE EL VERANO APORTA A NUESTRA SALUD
¡MÚSCULOS RELAJADOS!
Seguramente, alguna vez experimentaste la sensación de relajación que nos produce el estar en contacto con el agua y el golpe de las olas del mar. Y es que la explicación es sencilla: cuando estamos dentro del agua salada, nuestro peso disminuye, entonces podemos mover las caderas y las rodillas de forma más liviana, ya que la carga es menor y beneficia el funcionamiento de los cartílagos.
¡BIENESTAR Y RELAJACIÓN!
Tomar el sol por diez minutos en las primeras horas del día produce un aumento de endorfinas, que son las que producen la sensación de bienestar y tranquilidad, factores que intervienen en la aparición de enfermedades nerviosas.
Los rayos UV aumentan la producción de dicho neurotransmisor, que además cumple la función de mediador entre el sueño, la temperatura corporal y la conducta emocional.
Por beneficios como estos, la playa es el lugar favorito de muchos y no es para menos, pues es el lugar perfecto para escapar de la rutina y tomar el respiro que en la mayoría de ocasiones necesitamos. No olvides que siempre podrás hacer un espacio para disfrutar junto a tu familia de un día soleado, caminando a la orilla del mar y sintiendo cómo tu cabello se enreda en medio de la brisa.
¡ADIÓS PIELES DAÑADAS!
El agua del mar aporta al cuerpo bondades antisépticas (sustancias que se aplican para disminuir infecciones), ya que contiene sal y potasio que contribuyen a reparar, incluso, problemas como la dermatitis, según estudios realizados por la Asociación Británica de Dermatólogos.
Un punto más a favor de nuestra piel es la aplicación de arena mojada, ya que es un polvo fino y libre de impurezas que actúa como exfoliante y eliminador de células muertas que se acumulan con el paso del tiempo en los tejidos de la piel. Basta con aplicarla de manera circular sobre el cuerpo por dos minutos.
Además...
Mejora el sistema circulatorio.
Contribuye al fortalecimiento de los huesos.
Mejores resultados en la práctica de ejercicio.