Hemos escuchado esta frase una y otra vez, cada una con más fundamentos y con más expertos en nutrición que la confirman y en un mundo en donde nos enfrentamos a un sinfín de productos para nada nutritivos a nuestro organismo.
“En nutrición igual que en fitness, no podrá ver resultados si no eres constante”, afirma el doctor en nutrición Guillermo Rodríguez Navarrete. Y es que, empezar a tener un ritmo de vida saludable debe ser, desde los primeros meses de vida y de esta manera influyen en gran manera los hábitos nutricionales de los padres.
Pero ¿en qué radica la importancia de tener una dieta balanceada?
Precisamente por eso, somos lo que comemos y nuestra salud está determinada por nuestros hábitos alimenticios. Porque no es lo mismo obtener 200 calorías provenientes de un plato balanceado entre panes integrales, verduras, carnes blancas y frutas, comparadas a las 400 calorías mínimas que provienen de una hamburguesa de algún establecimiento de comida rápida.
Pero junto a lo que comemos está lo que hacemos, es decir, la actividad que practicamos para mantenernos en forma y no con el propósito de vernos bien, sino de mantenernos saludables y claro está, el sedentarismo ha ganado terreno importante en la rutina.
Todo empieza con pequeños pasos, así que no se desanime, lo mejor es iniciar con las recomendaciones principales:
Lo básico en un día:
2 Litros de agua
5 Porciones de fruta y verduras
30 Minutos de ejercicio
2000 Calorías
8 El promedio de horas que un adulto debe dormir