Un nuevo informe indica que el número de muertes en los primeros años de la niñez se redujo a la mitad desde 1990. Sin embargo, advierte que 18.000 niños menores de cinco años siguen muriendo cada día.
"Con medios sencillos y baratos como vacunas, antibióticos, mosquiteras y una mejor asistencia de las madres y niños durante y después del nacimiento, se podrían salvar millones de niños", escribió el director de Unicef Deutschland, Christian Schneider, en un comunicado.
Entre las causas más frecuentes de muerte entre niños menores de cinco años se cuentan la neumonía, las complicaciones derivadas de un parto prematuro y del parto, y enfermedades como la malaria. En casi la mitad de todas las muertes infantiles la desnutrición infantil juega un papel importante.
Unicef declaró que nunca antes sobrevivieron tantos niños a su quinto día como ahora. Sobre todo, han mejorado de manera "impresionante" las cifras en los países en desarrollo y emergentes. Naciones como Etiopía, Bangladesh, Brasil, Nepal o Tanzania han conseguido reducir su tasa de mortalidad infantil en dos tercios o incluso más.
Los mayores avances se han dado en los países donde los gobiernos han invertido en mejorar las condiciones de salud de las familias más pobres, en proporcionar agua potable, así como en educación y en estrategias contra la pobreza.