Tener un hijo más inteligente es uno de los anhelos más frecuentes que suelen tener la mayoría de madres y padres. Sin embargo, para poder desarrollar las capacidades intelectuales de los pequeños es fundamental la estimulación cognitiva.
Pero antes de explicar cómo mejorar y desarrollar la inteligencia debemos tener claro el concepto de inteligencia.
¿Qué es la inteligencia?
La inteligencia, según los científicos, es una capacidad mental que entre otras cosas implica la habilidad para razonar, planear, resolver problemas, pensar de forma abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápidamente y aprender de la experiencia. El concepto “inteligencia” se refiere a la capacidad de comprender nuestro entorno y lo que es más importante, la capacidad de adaptarnos a él.
Recuerda que hay diferentes tipos de inteligencia
Desde la inteligencia cristalizada y fluida de Raymond Cattell, la teoría bifactorial de Spearman o las inteligencias múltiples de Howard Gardner, son muchas las aportaciones que los distintos investigadores y profesionales de la psicología nos han dejado para ayudarnos a entender cómo funciona la inteligencia humana.
Esta última teoría, la de las inteligencias múltiples, ha sido muy influyente a la hora de nombrar algunas de las inteligencias más reconocidas y a contribuido notablemente a romper con el paradigma de la inteligencia unitaria:
1. Inteligencia lingüística
2. Inteligencia lógico-matemática
3. Inteligencia espacial
4. Inteligencia musical
5. Inteligencia corporal y cinestésica
6. Inteligencia intrapersonal
7. Inteligencia interpersonal
8. Inteligencia emocional
9. Inteligencia naturalista
10. Inteligencia existencial
11. Inteligencia creativa
12. Inteligencia colaborativa
¿El niño inteligente nace o se hace?
No hay gente que nazca o no nazca inteligente. Todos nacemos con inteligencia, en mayor o menor medida, y vamos volviéndonos más o menos inteligentes a lo largo de nuestra vida. Numerosos estudios reflejan que tiene un carácter hereditario importante, pero el componente ambiental es un factor que también tenemos que considerar, explica el especialista en Altas Capacidades, Javier Peñarrubia Orozco.
Debido a estos estudios también sabemos que la inteligencia se puede mejorar si la trabajamos. Como sucede con el deporte, la inteligencia también depende de un entrenamiento constante. Cuanto más ejercitemos el cerebro, más inteligentes nos volvemos.
En el caso particular de los niños su inteligencia se va desarrollando a medida que van creciendo mediante una estimulación cognitiva adecuada. Los padres y madres deben ayudarles para que lo hagan de una forma correcta, sin exigirles demasiado y proporcionándoles los medios necesarios, ajustándonos a su edad y a sus capacidades.
Debemos intentar enseñarles a razonar y a solucionar sus problemas, apoyándolos, escuchándolos y dando ejemplo. De esta manera crearemos las mejores condiciones para que los más pequeños desarrollen una buena inteligencia, tanto académica como emocional.
La estimulación cognitiva es la forma más eficaz que tenemos para desarrollar la capacidad intelectual de nuestros hijos. Podríamos definirla como un conjunto de actividades con las que conseguimos mejorar el rendimiento y la eficacia de las distintas capacidades mentales. Estas capacidades engloban el aprendizaje, la atención, la memoria, la concentración, el razonamiento, la toma de decisiones, la resolución de conflictos, por lo que es absolutamente necesario para un eficaz desarrollo intelectual, agrega Orozco.
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¿Cómo realizamos la estimulación cognitiva?
Unos de los primeros pasos a seguir es la estimulación de los sentidos, ya que son el mecanismo de entrada de información a nuestro cerebro. Estimular la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olor es esencial en los primeros años.
Hoy en día disponemos de infinidad de material a nuestro alcance para estimular a los niños. Desde objetos cotidianos que tenemos todos en casa a juegos, libros de actividades, juguetes, incluso material específico para la estimulación cognitiva: Libros, software educativos, aplicaciones diseñadas concretamente pare ello.
Lo ideal sería realizar una evaluación psicopedagógica antes de trabajar con cada uno de ellos, pues nos informa de la fase en que se encuentra cada, cuáles son sus puntos fuertes y qué aspectos debemos reforzar. Una vez tenemos la evaluación podemos establecer unos objetivos concretos y establecer un programa a seguir adecuado a cada caso particular, dice el especialista.
La estimulación cognitiva se usa tanto para hacer más eficiente los diferentes tipos de aprendizajes como para contrarrestar posibles déficits, retrasos o discapacidad.
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Beneficios de la estimulación cognitiva
Gracias a la estimulación cognitiva podemos mantener y mejorar los procesos cognitivos necesarios para el aprendizaje. Concentración, memoria, atención…
Aumenta nuestra creatividad e imaginación, desarrollando nuestro pensamiento lateral o divergente.
Favorece las actividades de pensamiento y aumenta la inteligencia.
Cualquier tipo de persona y de cualquier edad, sin excepción, se puede beneficiar de todos las ventajas de la estimulación cognitiva.
Como consecuencia de mejorar los procesos de aprendizaje, aumenta nuestra confianza y autoestima al ayudarnos a conseguir nuestras metas, tanto académicas como personales.