Doce llamadas perdidas, siete mensajes de Whatsapp y tres menciones en Twitter. Esta es una situación muy frecuente cuando nos olvidamos un día del móvil. De repente llevamos en el bolsillo un mini ordenador que emite señales continuamente y nos invita a estar comunicados, localizados y con muchas más relaciones de las que realmente queremos y podemos cuidar. Hemos perdido cierta capacidad de aislamiento y, muchas veces, nos asusta desconectar.
Tal vez te haya sucedido salir de casa sin tu smartphone y sentir la necesidad de regresar por él. Si eres de aquellos que sienten una angustia irremediable cuando se quedan sin batería en medio de la calle o no puede dejar su móvil durante una película de cine, posiblemente padezcas “nomofobia”.
¿Qué es la Nomofobia?
La nomofobia, también llamada “la enfermedad del siglo XXI”, es el miedo irracional a estar sin teléfono móvil. Se trata de un trastorno que sufre, sin saberlo, la mitad de la población. Sucede por la dependencia irracional a estos dispositivos que genera una sensación de ansiedad en el usuario por sentirse incomunicado con el exterior. Según las estadísticas, los usuarios de smartphones consultan los teléfonos una media de 34 veces al día.
Síntomas
- Ansiedad
- Taquicardia
- Pensamientos obsesivos
- Dolor de cabeza y estómago
- Soledad
- Amputación
- Aburrimiento
Causas
Las mujeres y los adolescentes son más propensos a padecer esta enfermedad. Entre las causas más frecuentes se encuentran:
- Baja autoestima – Reflejada en la necesidad de estar en continuo contacto con otras personas por miedo al aislamiento o a la soledad.
- Perfeccionamiento excesivo – Causado por el pensamiento de perderse acontecimientos sociales y consecuente ansiedad por no estar presente.
- Ansiedad social – También llamada “Fomo”, proveniente de las siglas en inglés fear of missing out, es una forma de ansiedad asociada a las redes sociales y reflejada en la dependencia de estar en línea continuamente y no perder ninguna oportunidad.
El móvil es una gran fuente de placer, pero también de distracción. No se trata de dejar el móvil sin utilizar, sino de aprender a desprenderse de él de forma gradual. Hay que saber identificar cuándo el uso de las tecnologías se ha convertido en nuestra vida en algo adictivo y si interfiere en nuestra capacidad de realizar otras actividades.
La ausencia del móvil te aportará enormes beneficios tanto para tu salud como para el bienestar de los que te rodean en las siguientes situaciones:
1. Durante las comidas –No es nada agradable desayunar, comer o cenar con alguien que tiene los ojos clavados a una pantalla. Además de ser una falta de educación y respeto hacia los demás, dejas de saborear y disfrutar lo que comes porque tu cerebro está en el mensaje.
2. Cuando descansas – Tanto en la siesta como por la noche es necesario desconectar. Olvídate del móvil o ponlo en silencio. Es frecuente la necesidad de comprobar si hay algo urgente cada vez que escuchamos un sonido. Todas estas te impiden conciliar un sueño profundo y reparador, siendo en muchas ocasiones motivo de insomnio.
3. En las relaciones sociales – Ignora la necesidad de estar en línea y de saber la última noticia. Acepta que es imposible responder a todas las expectativas que crean las redes sociales y presta atención de lo que te dicen, disfruta del momento, de esa persona, de sus alegrías o preocupaciones.
4. Durante el trabajo – Silencia el móvil. Te ayudará a ser más eficiente y a concentrarte en la tarea pendiente. Recuerda que tener móvil no significa estar todo el día disponible.
5. Disfrutando de tu hobby – No hay nada más placentero que hacer lo que más te gusta sin ninguna distracción.
6. Con tu familia – Tanto con tu pareja como con tus hijos. Es importante dedicar tiempo a nuestros seres queridos y separar lo profesional de lo personal.
¡Recuerda desconectar para reconectar!
Fuente: shawellnessclinic.com/shamagazine