Para muchos, pensar en el momento de la jubilación puede ser sinónimo de estar mucho por casa, tardes de juegos de mesas con amigos, cuidar a los nietos, pero ¿y el sexo? La creencia de que el deseo de intimidad disminuye en la vejez es puro mito.
Una reciente encuesta llevada a cabo por We-Vibe, el fabricante líder de productos innovadores para la vida amorosa descubrió que el 48% de la población considera que el deseo sexual disminuye con la edad. Específicamente en España, esta afirmación se mantiene en un 49%, bastante cercana a la media internacional. Aun así, en la autoevaluación de su propia libido, la mayoría de las personas mayores de 55 años en España se otorgaron un mínimo de 7 puntos en una escala de 10 puntos. Esto es además respaldado por el Berlin Age Study II que mostró que las personas mayores son más activas sexualmente que las generaciones más jóvenes.
¿El sexo es solo para jóvenes?
Normalmente, es común ver que, en televisión y películas, la gran mayoría de las escenas de amor y sexo están siempre representadas por jóvenes. Esto da lugar a pensamientos sociales errados sobre que las personas que alcanzan la vejez ya no son sexualmente activas.
“No podemos hablar sobre la lujuria y la sexualidad de las personas mayores sin antes hablar con ellas ", explica Johanna Rief, Directora de Empoderamiento Sexual en We-Vibe. “El amor y la lujuria no caducan y por ello queremos abrir la conversación sobre este tema y ayudar a estas personas a encontrar nuevas formas de experimentar su sexualidad sin vergüenza".
Para la campaña, se tomó una muestra de siete personas mayores de 60 años para indagar sobre sus preferencias y actividades sexuales, así mismo, como los cambios físicos en su cuerpo impactan en su sexualidad. Además, la autora del estudio Joan Price, que defiende la sexualidad sin edad, fue entrevistada sobre las preguntas y los problemas más comunes que atiende en consulta. Otros expertos internacionales, incluidos terapeutas sexuales y médicos, entre ellos la sexóloga española Ana Lombardía, hablaron sobre las dudas y prejuicios más extendidos, y sobre los mitos de la sexualidad en la vejez.
Los mejores consejos de sexo para los mayores
Estos son los consejos más importantes que las generaciones más mayores se dirían a sus yo más jóvenes, pero también a todas las generaciones:
1. Redefine el sexo
El sexo cambia con la edad, pero es una oportunidad para romper con la visión clásica de que "sexo es igual a penetración" y probar algo nuevo. A menudo se redescubren nuevas preferencias, zonas erógenas y nuevas conexiones con la pareja. Todos los participantes entrevistados manifestaron que el sexo ha cambiado y que ahora pueden disfrutarlo mucho más que en su juventud.
“Deja de lado la concepción que tenías del sexo porque no vamos a volver a los 20”, explica Joan Price. “Conviértelo en un viaje de exploración para descubrir qué te funciona ahora. Descubre lo que te brinda mayor placer, excitación y orgasmos a tu edad actual".
El 18 por ciento de los encuestados españoles cree que el sexo se vuelve más relajado con la edad porque para entonces conoces mejor tu propio cuerpo. El sexo también puede ser más íntimo porque probablemente han pasado años con la misma pareja.
2. Olvida las apariencias
Todos los participantes señalan en repetidas ocasiones que la apariencia no juega un papel importante en el sexo. Si te sientes bien en tu propio cuerpo, podrás disfrutar mucho más de la intimidad con tu pareja. Casi todos los participantes informan que el sexo es más placentero e informal, ya que ya no se preocupan tanto por su apariencia. Señalan además que les hubiera gustado tener la confianza en sí mismos para sentirse bien con sus cuerpos cuando eran jóvenes, independientemente de la presión social y los ideales de belleza.
3. El mejor sexo es aquel que es placentero para los dos
Muchas personas creen saber exactamente qué es lo que más le gusta a su pareja basándose en películas y publicidad. Pero las preferencias y necesidades son muy individuales. Con la edad, muchas personas conocen mejor su propio cuerpo y sus propios deseos y, en el mejor de los casos, también pueden comunicarlos mejor. "Lo que puedes pensar que es atractivo para otras personas, no es necesariamente lo que llega a ser atractivo para otras personas", resume Peter, de 73 años.
Un aspecto importante que, lamentablemente, aparece con mayor frecuencia en la vejez es el aspecto anticonceptivo. Aunque el riesgo de un embarazo no deseado es muy pequeño, las ETS no influyen en la edad. El estudio mostró que más de la mitad de las personas mayores de 55 años no practican sexo seguro. Por supuesto, en las relaciones a largo plazo este aspecto puede descuidarse, pero especialmente cuando se cambia de pareja, las personas mayores también deben usar métodos anticonceptivos para protegerse de las ETS.
4. La comunicación es clave
La comunicación es la clave para una buena relación y para un buen sexo. Escuchar es tan importante como expresar los propios deseos. Incluso en una relación a largo plazo, es importante hacerle saber a su pareja cuando ciertas acciones ya no se sientan tan bien o excitan como antes. En cambio, vale la pena probar cosas nuevas.
5. Calidad por encima de cantidad
El sexo cambia con el tiempo, por supuesto. Por ejemplo, el deseo general de sexo puede disminuir, al igual que la excitación puede tardar en llegar o las reacciones a ciertos estímulos pueden cambiar. Sin embargo, el cuerpo todavía reacciona al tacto y, por lo tanto, a menudo es suficiente comenzar a tocarse para provocar el deseo y la lujuria.
A pesar de los cambios, no podemos ignorar la sexualidad durante la etapa madura, porque además de la implicación sentimental y afectiva, los beneficios que tiene para la salud superan las desventajas. Entre otros efectos beneficiosos, el sexo mejora el estado de ánimo, ayuda a minimizar estados de ánimo depresivos, fortalece el sistema inmunológico y puede contribuir al alivio del dolor.
Según Joan Price: “La frecuencia puede disminuir, pero la calidad puede aumentar. No se trata de la frecuencia con la que tenemos relaciones sexuales, sino del tipo y la calidad de las relaciones sexuales que tenemos; y lo más importante, cuánto placer obtenemos al tenerlas".