Familia & hogar

¡No deja de hacer pipí en la cama!

miércoles 24, octubre 2012 - 10:13 am

La mayoría de los niños dejan de orinarse en la cama sobre los tres años de edad; esa es la edad que consideramos normal para dejar de hacerlo. Cuando un niño sigue haciéndolo después de dicha edad estamos ante un problema llamado ENURESIS. Aproximadamente el 15% de los niños mayores de los tres años la padecen; los niños más que las niñas. Puede, incluso, ser un problema común en la familia.

Decimos que la enuresis es primaria cuando continúa orinándose con alguna regularidad después de la edad normal; y es secundaria cuando vuelve a hacerlo después de un tiempo (más de seis meses) de no hacerlo. La enuresis no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma, bastante común, por cierto, de algún problema que tiene el niño.

No necesariamente será un problema serio; muchas veces, es por un desarrollo lento del control de la vejiga, o por desórdenes del sueño; también puede ser el resultado de emociones y tensiones específicas, bien sea prolongadas o puntuales y pasajeras; puede ser también algo accidental, particularmente cuando el niño está enfermo.

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La enuresis puede tener numerosas causas emocionales. Por ejemplo cuando un niño pequeño comienza otra vez a orinarse en la cama después de meses o años de no hacerlo, estos síntomas pueden estar causados por nuevos temores o inseguridades; por lo general sucede después de algún evento que lo haga sentirse inseguro, como el traslado de la familia a otra ciudad o a otro ambiente, la pérdida de un ser querido, o muy comúnmente, un nuevo bebé en la familia.

A veces la enuresis vuelve a comenzar después de un periodo en el que el niño ha estado seco, porque el proceso original de aprendizaje de ir al baño fue muy intenso y le ha causado demasiado estrés.

En este sentido, cabe recomendar que la enseñanza a usar el baño debe empezar sobre los dos años, y desarrollarse con tranquilidad y paciencia. Habrá semanas en que notaremos progresos, y otras en que no. No hay especial prisa. Debe haber reconocimiento cuando haya progreso, y no dar importancia cuando no lo haya, sino motivarlo a seguir intentando. Nunca debe haber regaños por ello.

Aun cuando el problema suceda después de haber sido superado ya previamente, los padres deben recordar que los niños no se orinan en la cama a propósito, y que por lo general les da vergüenza cuando esto sucede, y su autoestima baja.

En algunas culturas había la costumbre incluso, de exhibir públicamente la sábana mojada para mayor vergüenza del niño. Esto es lo peor que se puede hacer. Los regaños, castigos y las amenazas sólo consiguen empeorar el problema. En vez de hacer que el niño se sienta avergonzado, los padres deben restarle importancia, y alentarlo y demostrarle confianza en que pronto logrará superarlo.

Sin embargo, hay veces en que la enuresis sí puede ser la expresión de algún problema más profundo del niño en su relación con el entorno. Debe plantearse esta posibilidad cuando no existan las circunstancias mencionadas anteriormente, o cuando concurran también otros síntomas tales como tristeza o irritabilidad constante; un cambio en el apetito o en los hábitos de dormir; no querer salir, o ir al colegio, o despegarse de sus padres, etc., o, como mencionaba antes, el nacimiento de un hermanito. Estos casos deben investigarse y tratarse el problema con la ayuda del especialista.

 

Por Dra. Margarita Burgos

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info@dramendozaburgos.com



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kar melissa dice:

q chido es maquillarse

kar melissa dice:

pues mi sobrino le pasa esto

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