Sin duda, el fitness ayuda a mantener el cuerpo y la mente en buenas condiciones y en general mejora la salud de quien lo practica.
Sin embargo, verse bien se puede volver una obsesión que juega en contra, porque los extremos siempre son dañinos.
Fitness femenino
Hoy en día, diversas modalidades deportivas y de ejercicio se han puesto de moda y como toda práctica es importante conocer los dos lados de la moneda. En este caso, hablamos del fitness femenino, una actividad física que tiene entre sus objetivos marcar el cuerpo significativamente, a través del entrenamiento intensivo y cambios en el estilo de vida. Esto último implica dedicar tiempo para entrenarse, seguir un plan de alimentación específico y descansar para recuperarse.
Los cánones de belleza han cambiado, actualmente los cuerpos fitness son un modelo a seguir. Las imágenes que vemos en diversos medios suelen ser de mujeres con cuerpos esculturales y atléticos y esto lleva a quienes practican esta disciplina a exigirse más y más.
No sólo es levantarse temprano para entrenar, también implica una nutrición específica en la que se llega a renunciar a pequeños placeres ocasionales como un postre.
El fitness requiere de tiempo y esfuerzo constante y no siempre es posible estar en competencias cuando se tienen otras actividades como el trabajo o la familia.
Riesgos para la salud
No es malo querer verse y sentirse bien, subirse a la balanza cuando es necesario y cuidar la alimentación, pero siempre cuidar de hacerlo bajo situaciones controladas sin caer en excesos.
El deseo de sobrepasar los límites puede llevar a las mujeres que practican fitness a perder más peso de la cuenta y con ello, tener efectos adversos como sensación constante de frío o alteraciones en su ciclo menstrual. La obsesión se puede convertir en trastornos alimenticios como la bulimia o en una percepción errónea del cuerpo, es decir, verse más gorda o menos musculosa.
También es posible que recurran a cirugías pláticas, suplementos para aumentar la masa muscular y entrenamientos extenuantes que no son saludables.
Recordemos que un cuerpo sano es aquel que se encuentra dentro de los estándares, es decir, ni mucho peso ni muy bajo peso. Por lo que contar con una balanza en casa puede ayudar a mantenerse entre los niveles marcados por los especialistas para disfrutar de una vida saludable.
FUENTE: Omronhealthcare.la
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