La lepra es una infección crónica originada por la bacteria Mycobacterium leprae, que afecta principalmente a los nervios periféricos, a la piel, a los ojos y a las mucosas de las vías respiratorias. La afección se caracteriza por la aparición de úlceras cutáneas, y provoca daños neurológicos que se traducen en falta de sensibilidad en la piel (dejan de percibir sensaciones de calor, frío y dolor) y debilidad muscular.
Los síntomas característicos de la lepra son las lesiones cutáneas, más graves en el caso de la forma lepromatosa, que provoca protuberancias deformantes, de diversos tamaños y formas.
Te compartimos seis mitos sobre la lepra:
- La lepra es una enfermedad de muy difícil contagio, ya que se estima que más del 90% de la población presenta una resistencia natural frente a la bacteria Mycobacterium leprae, por lo que aunque se encuentren expuestos a este agente patógeno, pueden coger la infección y no padecer la enfermedad, gracias a que su sistema inmunitario impide que se desarrolle.
- Se transmite de persona a persona, aunque no es muy contagiosa, se puede contraer tras un estrecho contacto con personas enfermas y no tratadas. Cuando el enfermo ya está siendo tratado con la medicación adecuada, no resulta infeccioso.
- No es una enfermedad hereditaria, y son sobre todo los factores ambientales como la falta de higiene personal o de la vivienda, una nutrición deficiente, y la dificultad para acceder al tratamiento en cuanto se presentan los primeros síntomas, los factores de riesgo asociados a la aparición y diseminación de la enfermedad.
¿CÓMO PREVENIR LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS PARA LAS QUE NO HAY VACUNA?
- Es una enfermedad que tiene cura, aunque está aún muy lejos de ser erradicada. De hecho, sigue presente en más de un centenar de países, entre los cuales destaca la India, que aglutina el 58% del total de los nuevos casos detectados, seguido de Brasil e Indonesia.
- El periodo de incubación de la lepra es muy lento, de modo que los afectados pueden permanecer asintomáticos durante años (de cuatro a diez años, incluso). Esto hace más difícil el diagnóstico precoz de la enfermedad, que es vital para disminuir el riesgo de deformidades y la discapacidad de los pacientes.
- El diagnóstico de la lepra se basa en la observación de las erupciones cutáneas características esta enfermedad: manchas blanquecinas de bordes difusos o bien definidos (según los casos) y carentes de sensibilidad al tacto, al dolor, al frío y al calor.
Ante cualquier sospecha de lepra es necesario realizar al paciente un examen físico completo que abarque la piel, el sistema nervioso periférico, los ojos, la nariz y la cavidad oral, además de los pies y los testículos.
Cada 29 de enero se conmemora el Día Mundial contra la Lepra.