La lactancia materna reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama, esto según el Código Europeo Contra el Cáncer.
Esta reducción es de un 4% por cada 12 meses acumulativos, es decir, la suma de períodos en que una mujer ha amamantado a un bebé, una práctica que la UE recomienda hacer hasta los seis meses de edad y, a partir de entonces, combinarla con alimentos apropiados para el pequeño.
¿Por qué disminuye el riesgo?
Entre los diferentes factores, estos son los más asociados con esta prevención:
· Producir leche constantemente, ayuda a limitar la capacidad de las células mamarias de actuar de manera anormal.
· La mayoría de las mujeres tienen menos ciclos menstruales cuando amamantan (sumados a los 9 meses sin menstruación durante el embarazo), lo cual se traduce en niveles más bajos de estrógeno.
· En su mayoría, las mujeres tienden a mejorar su estilo de vida, ingiriendo alimentos más nutritivos y evitando el consumo de alcohol y tabaco mientras están amamantando.
¿Puedo amamantar si tuve cáncer?
La lactancia le brinda al bebé beneficios que ayudan a tener una cercanía con la madre, por eso este proceso es recomendable para afianzar los lazos de vinculación afectiva entre ambos, además de los otros beneficios que le trae al bebé.
Sin embargo, el proceso de lactancia, además de ser una decisión personal, es importante que se tome en consideración con el médico tratante, puesto que implica saber cuál parte de la mama se vio afectada, además de las condiciones en las que está la paciente después de haber sufrido de esta condición.
Factores a tener en cuenta
Durante y después del embarazo, las mujeres suelen presentar cambios hormonales. Mientras está lactando, las mujeres pueden notar cómo sus senos se engrandecen para producir leche para el infante. Sin embargo, es necesario que estas estén pendientes a estos cambios.
"Mientras se está lactando, y se siente un cambio que persiste, es necesario ponerle atención, porque muchas veces las pacientes tienen los senos densos, y los ductos se pueden tapar y formarse masas temporales, que son normales, pero es peligroso cuando estas no desaparecen", afirma Mayra Maldonado, radióloga especialista en cáncer de seno y directora del Breast Institute en el Hospital HIMA San Pablo, Puerto Rico.
Además, asegura que es necesario ser más responsables con el conocimiento del cuerpo de cada una. "A veces estos cambios pasan desapercibido entre los pacientes de alto riesgo, pero si es algo que persiste en un periodo de tres meses, yo como especialista quiero verlo, examinarlo, y quiero estar segura de que no sea tejido inflamatorio o una masa creciendo maligna", indicó.
Fuente: Medicinaysaludpublica.com
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