Así como un bebé necesita de limpieza corporal también bucal. En la vida intrauterina, el bebé se encuentra en un ambiente aséptico, incluyendo la cavidad bucal. Después del parto es colonizada por microorganismos provenientes de la madre o del mismo medio ambiente.
Existe una gran variedad de bacterias en la cavidad bucal del infante durante el primer año de vida, provocando el desarrollo de la
caries dentales.
Es por esto que se debe realizar la higiene bucal en los bebés, incluso cuando no han erupcionado los
dientes, además los residuos de leche se acumulan en la lengua, paladar y rodetes gingivales, donde se descompone transformándose en hongos, requiriendo el uso de medicamentos muy fuertes.
La transmisión de microorganismos no se limita a la interacción madre e hijo, sino que e extiende entre las personas con las que el infante convive:
- Directo: vía saliva. Ocurre principalmente cuando las bacterias en la saliva materna son elevadas: hablarle de cerca al bebé, probar alimentos con el mismo cubierto, soplar la comida directamente o limpiar el chupón con saliva.
- Indirecto: vía de objetos como: utensilios, cucharas, tazas ya utilizados, juguetes, chupetes y cepillos dentales contaminados.
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El grado de transmisión dependerá de diferentes factores:
- El grado de infección de los padres o cuidadores
- La frecuencia de contacto con el bebé
- La dieta y el sistema inmune del infante
Para realizar la remoción manual de los restos de alimentos acumulados en las comisuras labiales y en la cabidad bucal, toma en cuenta:
RECIÉN NACIDO: usa dedales de goma, gasas suaves o paños limpios envueltos en el dedo índice y realízalo de preferencia por la noche después de la última alimentación o al momento del baño, una vez al día, ya que la leche materna contiene inmunoglobulinas que protegen a la mucosa bucal contra las infecciones.
EN EL PRIMER DIENTE TEMPORAL QUE OCURRE ENTRE LOS SEIS Y OCHO MESES: Utiliza un cepillo de cerdas suaves y un cabezal pequeño y pasta fluorada.
MENORES DE TRES AÑOS: no poseen la habilidad de escupir, es por eso que la cantidad de pasta debe ser como una “mancha” o del tamaño de un grano de arroz.
DE TRES A SEIS AÑOS: usa la cantidad de pasta de un guisante y siempre supervisa que el niño cuando se cepille, la escupa.
SEIS AÑOS: misma cantidad de pasta que los adultos.
Mantén al bebé con una salud bucal adecuada:
- Practica limpieza bucal una vez al día con gasa o dedal.
- Usa pastas fluoradas después de la erupción del primer diente con la cantidad adecuada según la edad.
- Límpiate el pecho materno antes de cada toma.
- Dale lactancia materna exclusiva los primeros seis meses.
- Para aliviar las molestias de la erupción dental, frotar con un paños fríos las encías, utilizar como mordederas trozos de zanahorias frías o haz paletas heladas con la leche materna.
- No des besos en la boca, compartas utensilios y no dejes las mascotas cerca de la boca del bebé.
- Nunca utilices azúcar ni miel en los chupetes o biberones.
- Utilizar chupete o pepe ortodóntico y no por más de los dos años de edad.
- Lleva al bebé con el odontopediatra cada seis meses después de la erupción del primer diente para que apliquen los tratamientos preventivos necesarios.
*Cuidar de los dientes de leche es fundamental para el desarrollo y creci- miento del infante, estos son tan importantes porque guardan el espacio de los dientes permanentes y presentarse ante una infección podría afectar al germen dental y provocar daños en su dentición definitiva.
Fuente: Dra. Gabriela Fernández
Doctora en Cirugía Dental
7047-1963