Los comentarios son divididos al momento de practicar deportes por la mañana: antes del desayuno, desde los horarios laborales, cuidar a los niños y otras actividades cotidianas dificultan hacerlo en horas de la tarde. Y surge la duda de que entrenar en ayunas tiene más beneficios que hacerlo luego de comer algo.
La actividad física en ayunas, trae algunas ventajas pero solo si se cumple algunas condiciones de lo contrario puede ser contraproducente e incluso riesgoso. Antes de desayunar, cuando han pasado varias horas desde la cena, es decir desde la última ingesta de alimento, las reservas de glucógeno son muy bajas.
Por eso el organismo busca la grasa como combustible. Ese es el principal beneficio de hacer ejercicio en ayunas.
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Entrenar en ayunas para quemar grasa
Estudios han demostrado que se quema más grasa corporal al hacer ejercicio antes de desayunar. También se destaca que el ejercicio previo al desayuno también posibilita una mejora en la sensibilidad a la insulina y un incremento en la secreción de la hormona de crecimiento.
Menor rendimiento y más riesgo
No todo es ventaja. Cuando se entrena sin desayunar, el rendimiento físico es menor. Por eso, el ejercicio después de un largo periodo sin consumir nada de debe moderarse para no tener dificultades al hacer la rutina de ejercicio.
Si la actividad es intensa, pronto te agotarás las reservas de glucógeno, lo cual genera dos consecuencias negativas:
- Gluconeogénesis: tu cuerpo toma proteínas de los músculos y lo descompone.
- Colapso: se deriva la fatiga, calambre, mareos, náuseas, vómito, diarrea, confusión y hasta pérdida de conocimiento.
Antes de desayunar, intensidad moderada
Hacer ejercicio en ayunas tiene efectos positivos si se trata de actividad física de intensidad moderada o baja. Es decir, en prueba de resistencia o al hacer deporte para evitar el sedentarismo y mantenerse saludable.
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