Si reflexionamos sobre la comida afrodisíaca, nos daremos cuenta que muchas veces tiene más de mito que de realidad. Sin embargo, sí que existen alimentos con nutrientes válidos para mantener la salud sexual. El mejor nutriente es, sin duda, el zinc.
El zinc es un mineral esencial para el organismo, un oligoelemento que desempeña un papel vital en procesos que incluyen el crecimiento, la inmunidad y la reproducción.
Algunos estudios han demostrado un vínculo entre no tener suficiente zinc y la disfunción eréctil, debido a que el zinc es muy importante para el desarrollo y la función de los órganos sexuales masculinos. Se ha demostrado que los hombres con deficiencia de zinc tienen testículos menos desarrollados y un menor recuento de esperma.
Y es que el zinc ayuda a producir hormonas sexuales clave, como la testosterona y la prolactina. También permite la creación del componente principal del líquido prostático y existen evidencias de que la ingesta de zinc afecta al rendimiento sexual masculino. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo con ratas ('Effects of zinc supplementation on sexual behavior of male rat') y publicado en US National Institutes of Health, concluyó que tomar una dosis oral diaria moderada de sulfato de zinc provocó un aumento en el tiempo antes de la eyaculación -esto es, mejoró el control eyaculatorio- y la firmeza del pene.
Ya conocemos que factores físicos, como el azúcar en la sangre y el colesterol, reducen el flujo sanguíneo, lo que limita la firmeza del pene; el estrés puede disminuir el deseo sexual; las enfermedades graves, especialmente aquellas que afectan la regulación hormonal y los sistemas sanguíneos, también pueden conducir a la disfunción eréctil. De ahí que los suplementos de zinc se hayan expuesto como un tratamiento potencial para la disfunción eréctil en aquellos pacientes con enfermedad renal.