
Por Javier Maldonado
Los organismos sanitarios internacionales y movimientos que reivindican los derechos de las mujeres en el mundo, reiteran volver a situar a las mujeres en el centro de la transformación de la salud mundial, ya que muchos son los esfuerzos de las mujeres en contribuir en la salud; mientras que aún existen brechas profundas en atención sanitaria para mujeres, más grave en países en desarrollo.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) anticipó el llamado a poner más esfuerzos para atender a las mujeres y anticipó esta semana que este llamado será sonar en la 69 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer se celebrará en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York del 10 al 21 de marzo de 2025.
"Las mujeres tienen necesidades de salud distintas y a veces cambiantes en diferentes etapas de sus vidas. Entre ellos se encuentran la salud reproductiva y materna, la salud mental, las enfermedades no transmisibles (ENT), el envejecimiento y otros problemas de salud críticos. Asimismo, como remarca, dos de cada tres mujeres mueren de enfermedades no transmisibles (ENT) como cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y afecciones respiratorias. Las ENT exacerban aún más las disparidades de género en materia de salud", indicó la OMS en una declaración previa a la sesión en la ONU.
El organismos remarcó que "las barreras sistémicas siguen exponiendo a las mujeres a mayores riesgos de salud, en particular en los países de ingresos bajos y medios".
De acuerdo con cifras de los organismos las mujeres expuestas a contaminantes nocivos procedentes de combustibles domésticos tienen un riesgo un 46% mayor de desarrollar cataratas en comparación con las que no están expuestas.
La OMS reiteró la necesidad urgente de una atención sanitaria que tenga en cuenta las cuestiones de género y mejore no solo la longevidad sino también la calidad de vida en general de las mujeres mayores, teniendo en cuenta que las mujeres suelan vivir cinco años más que los hombres.
La OMS se muestra convencida de que el liderazgo femenino puede impulsar cambios sistémicos, desde la promoción de políticas con perspectiva de género hasta la obtención de inversiones en investigación sobre la salud de la mujer.
Los comentarios están cerrados.