De todas las articulaciones del cuerpo humano, la rodilla es la articulación más desprotegida y por su ubicación está propensa a lesiones de cualquiera de sus estructuras. Es de notar que, por tratarse del miembro inferior, la rodilla soporta y transmite el peso del cuerpo mientras estamos de pie o en movimiento, ya sea caminando, corriendo o haciendo deporte.
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Por ello, los golpes en las rodillas no son cosa sencilla. Y menos cuando la intensidad de estos nos dejan lesiones que duelen profundamente. Sobre esto consultamos con el Dr. Carlos Miranda, experto en lesiones de los meniscos y otras partes que constituyen nuestras rodillas. Conoce más sobre esta temática y evita que cualquier complicación le ocurra a tus rodillas.
Lesiones en los meniscos de la rodilla
Los meniscos son dos estructuras de tejido altamente especializado en forma de media luna o forma de C, uno frente al otro, sustentados en los platos tibiales. Estos reciben la carga y la fuerza de los cóndilos del fémur; absorben y distribuyen la carga hacia ambos platos tibiales, evitando que toda la carga tenga contacto en un solo punto y cause daño al cartílago articular, que es otro tejido especializado.
Los meniscos no son dos estructuras fijas, por el contrario son muy móviles. Es decir que van hacia adelante y atrás en cada paso que damos. El más móvil es el menisco lateral, movilizándose hasta un 50% de su tamaño, lo cual hace que sea menos propenso a las lesiones.
Las lesiones de los meniscos, principalmente del menisco medial, se dan por traumatismos o golpes mientras corremos, en deportes de contacto, giros bruscos, accidentes de transito, entre las causa más frecuentes.
En muchas ocasiones, podemos identificar una lesión meniscal aguda, inmediatamente después del trauma por dolor, imposibilidad para estar de pie e inflamación de la rodilla que se traduce en hemorragia interna por la ruptura del menisco, ya que es un tejido que tiene irrigación sanguínea. En otras ocasiones, los síntomas son intermitentes con dolor ocasional y sensación de bloqueo de la rodilla afectada con el antecedente del trauma tiempo antes.
Lo meniscos, a pesar de ser estructuras altamente especializadas, no tienen la capacidad intrínseca de regeneración después de una lesión, lo que se traduce en que toda lesión de meniscos debe se corregida quirúrgicamente para evitar las consecuencias desastrosas que sería la artrosis 20 años después de haberse lesionado los meniscos.
Tratamientos para corregir estas lesiones
El tratamiento de los meniscos va enfocado en dos sentidos. Primero, aliviar el dolor y la incomodidad de la lesión y volver a las actividades deportivas y a una vida normal, y; segundo, a prevenir una lesión severa y crónica del cartílago articular a largo plazo.
Actualmente, todas las lesiones meniscales, sin excepción, se tratan por el procedimiento llamado artroscopía, que consiste en el uso de un lente y una cámara y otro instrumental diseñado para tal fin, a través de dos incisiones en la parte anterior de la rodilla de 4 milímetros, con leve dolor y retorno a casa el mismo día del procedimiento.
Otra ventaja que ofrece este procedimiento es que se tiene la posibilidad de explorar todas las estructuras internas de la rodilla, como son el cartílago, los ligamentos cruzados, la rótula, los platos tibiales, el tendón del Popliteo. Es un procedimiento seguro y resolutivo en la rodilla para todas las lesiones de los meniscos.