
Dar a luz es uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer, por tal motivo, si estás embarazada debes conocer todo lo que esto conlleva.
El parto natural es un tipo de alumbramiento donde no hay anestesia, ni medicamentos para acelerar el proceso, se prioriza la relajación y la respiración como métodos para que la mujer tenga el control de su cuerpo al momento de dar a luz.
Para orientar ese tipo de partos y manejar el dolor es recomendable que las futuras madres practiquen yoga, mediten, caminen, escuchen música relajante o utilicen imágenes visuales que las distraigan.
Ventajas:
La mujer tiene toda la privacidad y el tiempo necesario para dar a luz a su bebé.
Es un parto menos observado y menos intervenido.
Desventajas:
Los desgarros son muy frecuentes durante el parto y es difícil prevenirlos. Todo depende de las características físicas de cada mujer. Para evitar esto, los doctores realizan la episiotomía, un corte en la entrada de la vagina que después del parto se cose.
Las contracciones uterinas disminuyen el flujo de sangre a través del cordón umbilical y el oxígeno que recibe el feto es menor durante el parto, lo que puede provocar algún contratiempo o sufrimiento fetal. Por eso, si el niño viene con problemas, la madre debe estar dispuesta a ser intervenida de forma quirúrgica, si es necesario.
Consulta a tu doctor para conocer tus condiciones y el procedimiento que mejor se apegue a tu salud y a la de tu bebé.