
Al menos 447 mujeres, la mayoría indígenas pobres que viven en áreas rurales, murieron al momento de dar a luz durante 2013, según estadísticas del Ministerio de Salud dadas a conocer por fuentes oficiales.
La secretaria ejecutiva del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (Osar), Mirna Montenegro, dijo en una conferencia de prensa que la muerte del 90 % de estas mujeres pudo evitarse si el Estado hubiera garantizado el derecho a la salud y asistencia durante el proceso de gestación.
"La muerte materna es un claro ejemplo de la discriminación e inequidad social existente en el país, ya que fallecen en su mayoría las mujeres más pobres, analfabetas, indígenas y del área rural. La violencia, desnutrición y ruralidad influyen en su muerte", señaló Montenegro.
La mayoría de las víctimas eran habitantes de las empobrecidas comunidades indígenas deHuehuetenango y Quiché, en el noroeste del país, dos de los departamentos en donde los servicios de salud del Estado son más escasos.
Debido a la distancia a la que se encuentran los centros de salud públicos de las comunidades, así como a los altos niveles de pobreza y desconocimiento, las mujeres en proceso de gestación no reciben asistencia prenatal y los partos no son atendidos por personal capacitado. ACAN-EFE