Es importante saber que cualquier tipo de violencia trae consecuencias a corto, mediano y largo plazo en el desarrollo de los niños, además de vulnerar su derecho fundamental a vivir una vida libre de violencia.
Sin embargo, el maltrato infantil puede prevenirse, para esto es importante que madres, padres y cuidadores (as), entiendan los procesos que viven los niños, niñas y adolescentes para no interpretar algunas de sus conductas como falta de cooperación o agresividad.
Para prevenir la violencia, te tenemos algunas recomendaciones que puedes poner en práctica.
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Maneja tus emociones
Recuerda que los niños, niñas y adolescentes aprenden conductas emocionales de los adultos significativos en sus vidas, por lo que la forma en que los adultos responden a una crisis tiene impacto en ellos.
Es importante que como padre, madre o cuidador/a, aprendas a manejar tus emociones y mantengas la calma, que hables amablemente con tus hijos e hijas, demuestres empatía y les ayudes a comprender sus emociones. Si te encuentras en momentos de mucha tensión y sientes que puedes perder la calma:
- Detente y respira profundo.
- Comenta respetuosamente que necesitas un momento a solas.
- Ve a un lugar o espacio en el que estés seguro y donde puedas tranquilizarte; puedes hacer cinco respiraciones profundas, esto te ayudará a liberar la tensión.
- Cálmate y haz una pequeña pausa para pensar de una manera distinta sobre los hechos.
- Reflexiona, plantéate algunas preguntas como ¿estoy esperando que mi hijo o hija exprese una conducta acorde a su edad? ¿de qué otra manera, a través de juegos o actividades recreativas, podría transmitirle el mensaje para que pueda entenderlo?
- Identifica lo que sientes, puedes escribirlo.
- Regresa cuando estés tranquilo y retoma lo que estabas haciendo.
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Comunícate mejor
Los momentos de estrés y ansiedad pueden afectar la comunicación con los niños, niñas y adolescentes en casa. Por eso es importante buscar la mejor manera de comunicarnos con ellos:
- Ten conversaciones con ellos todos los días, pregúntales cómo se sienten, qué hicieron o qué van a hacer, para que la comunicación se vuelva algo normal y sea fácil abordar temas más complejos.
- Mantente al tanto de sus intereses, qué temas les gustan, qué música escuchan, qué grupos, influencers o artistas siguen.
- Escucha lo que tengan qué decir, no les interrumpas, respeta sus espacios y sus silencios. Genera un ambiente en el cual ellos sientan confianza para expresarse libremente.
- Muéstrate comprensivo en la escucha, no juzgues y evita etiquetarlos. Con asertividad, sin alarma o asombro, expresa tu opinión sobre lo que te dicen.
- Expresa tus sentimientos y pensamientos, así ellos se sentirán confiados para expresar los suyos.
- Se respetuoso, no ofendas, ni digas malas palabras; evita alzar la voz y gritar, porque si lo haces les hará sentir miedo y no querrán hablar fácilmente.
- Refuerza las cosas positivas, felicítalos por haber sacado buenas notas o por cualquier otro logro.
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Demuestra afecto
Las muestras de afecto juegan un papel fundamental en el sano desarrollo. Abrazar a los niños, niñas y adolescentes, besarlos y decirles todos los días cuanto los amas y lo valiosos que son para ti, les formará una base emocional fuerte y saludable para poder establecer consigo mismo y con sus pares, relaciones armoniosas y adecuadas.
El afecto y el amor son esenciales para cada persona, si lo recibimos desde casa, lo disfrutaremos toda la vida. Expresa a tus hijos e hijas constantemente cariño y afecto tanto físico como verbal. Aprovechar la oportunidad de hacerles saber cuánto los amamos es una hermosa y enriquecedora experiencia.
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