El agua es imprescindible para la vida y el organismo humano. El 60 % de nuestro cuerpo esta constituido por agua, sin el agua, el organismo humano se deteriora rápidamente, lo que conocemos como deshidratación. Por ello compartimos cinco razones por las cuales no se debe dejar de consumir el “líquido vital”.
Facilita la digestión: beber agua y consumir la fibra adecuada es importante para evitar la aparición de retenciones fecales que podrían provocar estreñimiento, la diverticulitis o inflamación del colón.
Regula la temperatura: el organismo pierde agua a través de los poros. Esta agua, al evaporarse, arrastra el calor y disminuye la temperatura corporal. En los deportistas se registran pérdidas de hasta dos o tres litros en periodos inferiores a dos horas. En época de calor o cuando se realizar un aumento en las actividades, es necesario beber más agua para compensar la pérdida que se ha producido a través de la piel o de la respiración.
Distribución del oxígeno: la sangre posee un 90 % de agua, podemos valorar su importancia como distribuidora del oxígeno y de los nutrientes celulares.
Lubricante: el agua constituye un lubricante ideal para el movimiento de las articulaciones, reduce la fricción entre las partes que rozan, por ejemplo, los ojos necesitan del agua para permanecer constantemente húmedos. Las glándulas lacrimales producen constantemente el líquido necesario para esta finalidad.
Buen estado de las células: necesitamos una hidratación adecuada para mantener el organismo perfectamente equilibrado, por lo cual, es importante ser conscientes de este hecho para comprender la obligación de beber agua en abundancia y mantener el organismo en buen estado y la piel joven.