La prevención es la mejor manera de enfrentarse a esta enfermedad del corazón, que produce anualmente más muertes que el cáncer de mama, en la población mundial femenina.
“La cardiopatía isquémica coronaria es una enfermedad que se presenta en el curso de la vida de un ser humano, si no se ha alimentado adecuadamente o si tiene antecedentes familiares”, según explica Briceño; sin embargo, es una enfermedad que, al realizar exámenes cada cierto tiempo y cambiar el estilo de vida, se puede prevenir a tiempo.
Empezar con cambiar el estilo de vida, sin duda, es la mejor opción, recomienda Briceño, empezar por evitar los carbohidratos por la mañana y si se piensa comer carne por la noche, acompañarla con alimentos verdes, como lechuga o brócoli, caminar por lo menos treinta minutos una vez al día, pequeños hábitos que si se empiezan a practicar pueden disminuir los padecimientos del corazón.
Síntomas de alerta
No hay ningún síntoma que pueda alertar de la cardiopatía; “por eso es llamado el enemigo silencioso”. Briceño aconseja realizarse un “Ejecutivo de Salud”, un chequeo rutinario para evaluar química sanguínea, colesterol, enzimas hepáticas, conteo globular y también una radiografía de tórax y un electrocardiograma.
Fundamentalmente hay que observar el nivel de colesterol, si está por encima de 190 mg/dl, indica que hay posibilidad de riesgo de contraer una enfermedad de cardiopatía isquémica y hay que tomar medidas para que llegue por lo menos a un 170 mg/dl.
El sedentarismo, el tabaquismo, una mala alimentación, causan la cardiopatía isquémica, que es la ausencia o disminución del riego sanguíneo, provocando que el corazón no reciba oxígeno.