¿Se ha puesto a pensar alguna vez, si lo que come diariamente es seguro?
La mayoría de personas desconoce el origen y el tratamiento de los productos que lleva a su mesa, porque confía en el sistema que vigila las normas de manufactura que pesan sobre empresas y productores.
La administración Estadounidense de Alimentos y Medicinas (FDA por sus siglas en inglés) no distingue entre alimentos “buenos o malos”, sino entre prácticas de tratamiento y almacenamiento, es decir, cultivo, higiene y procesamiento de productos, ya sean naturales, orgánicos y artificiales.
Para la nutricionista colombiana, Consuelo Pardo, estas normas de cuidado y vigilancia de los productos, aplica tanto para los productos naturales como para los procesados.
Según la experta, actualmente es difícil observar una dieta a base de alimentos frescos o sin procesar. La mayor parte de las necesidades nutricionales la cubren los alimentos procesados, los cuales proporcionan a nuestra dieta variedad y comodidad dado que llevamos una vida muy ocupada.
Es importante que aprenda a leer en las etiquetas las instrucciones de consumo de los alimentos procesados y envasados.
¿Natural, orgánico y artificial?
Según la Administración Estadounidense de Alimentos y Medicinas (FDA), los alimentos se clasifican en naturales, aquellos que no contienen ingredientes artificiales o colorantes; orgánicos los alimentos que han sido producidos a través de métodos aprobados que promueven el equilibrio ecológico. Y los creados por el hombre, ya sea para imitar en características y funciones a uno natural, artificiales.