1. Hidratación
Beber suficiente agua es importante para la salud en general y también para la salud bucodental. El agua ayuda a mantener la boca hidratada, lo que contribuye a la producción de saliva y a combatir las bacterias patógenas, protegiendo los dientes de la caries.
2. Dieta saludable
Durante las vacaciones se suelen producir cambios dietéticos y es más común el picoteo entre horas y consumir alimentos y bebidas azucaradas con mayor frecuencia. Hay que intentar limitar el consumo de dulces, refrescos y alimentos procesados ricos en azúcar, ya que estos incrementan el riesgo de caries y dañan el esmalte dental. Es más recomendable elegir opciones saludables como frutas frescas, verduras, pescados y agua.
3. Alimentos y bebidas azucaradas
En verano ingerimos más bebidas carbonatadas, helados y granizados. Estos alimentos elevan los niveles de ácidos que dañan el esmalte, favoreciendo la aparición de caries.
4. Protectores bucales para la práctica deportiva
En vacaciones es cuando más traumatismos dentarios se producen por la práctica de ejercicio físico al aire libre. Por ello, otra medida para mantener la salud oral en verano, es utilizar un protector bucal si vas a realizar deportes de contacto.
Los datos indican que se produce un pico de mayor prevalencia de fracturas dentales entre los 7 y los 12 años, y los protectores bucales ayudan a prevenir lesiones en los dientes, labios y encías en caso de golpes o caídas.
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