Con los precios por lo alto de los productos alimenticios es indudable que se debe comenzar a ahorrar si compramos de manera inteligente, considerando nuestro bolsillo, pero especialmente nuestra salud.
No compres productos con azúcares añadidas. ¿Quién dijo que las bebidas gaseosas, los refrescos envasados y los presuntos jugos naturales con sabores y colores artificiales, son necesarios para tu dieta? Ningún médico te recomendará consumirlos, debido a que disparan los niveles de glucosa. ¡Quítalos de tu lista!
Deja de lado los embutidos. En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó a la población mundial sobre la relación entre las carnes procesadas (salchichas, jamón, chorizos) y el cáncer. Además, debes reducir tus compras de carnes rojas, ya que su consumo frecuente también se asocia a este mal.
No más enlatados. Estudios confirman que el forro de la mayoría de los alimentos enlatados contiene altas cantidades de sodio y BPA, un químico que interrumpe la actividad hormonal y está vinculado a enfermedades cardiacas, daño intestinal, infertilidad y otros problemas del sistema reproductor. ¡No los normalices!
No compres impulsivamente, colocadas cerca de la caja del supermercado. Estos productos incluyen diversidad de productos azucarados, falsos cacaos o chips con alto contenido de aditivos, como el sodio y el glutamato monosódico, que genera adicción a los condimentos artificiales, daña el sistema nervioso y sobreestimula las neuronas.
Come frutas locales. Los mejores nutricionistas y médicos naturópatas recomiendan comer frutas enteras en lugar de jugos, ya que así evitas añadir azúcares y conservantes, y en cambio consumes la pulpa natural. Ahora bien, lo mejor es consumir frutas de estación del lugar al que perteneces, así evitas costosas frutas Importadas.
Olvida las harinas refinadas. Estos son carbohidratos con muy bajo aporte nutricional. Además, contienen gluten, cuyos daños al sistema digestivo no son percibidos por todas las personas, pero definitivamente no brindan un importante aporte alimenticio en ninguna dieta balanceada.
No comas chatarra. Aparte de costosas, todas las comidas rápidas deberían ser eliminadas de toda dieta saludable, ya que son el resumen de todos los numerales anteriores: altas en azúcares, grasas trans, carnes procesadas, aditivos y colorantes, sodio, gluten y muy poco contenido de vegetales frescos.
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