Aquellos que se han ejercitado siempre desean quemar más grasa. E incluso se preguntan cómo hacerlo sin mayor esfuerzo. Sin duda, esto no es cuestión de magia.
Pero sí, siempre se puede hacer más cosas para ayudar a acelerar ese proceso. ¿Cómo? A través de las duchas frías. Por ya muchos años, la ciencia ha investigado las propiedades de la llamada “terapia de agua fría” y, entre todas las que tiene, podría estar la de facilitar el proceso en cuestión.
Los estudios no han encontrado que el agua fría (tirando a congelada) haga bajar de peso sin más, ni mucho menos. Lo que detectaron es que las inmersiones podían acelerar el metabolismo, de ahí que se crea que pueda ser una respuesta a cómo quemar más grasa, afirma la revista GQ México.
No obstante, requeriría tiempo que surtiera efecto, es decir, porque te des un par de duchas frías no vas a notar ninguna diferencia en este aspecto. Además, los expertos recomiendan hablar con el médico antes de probar esta terapia, ya que el agua fría/congelada afecta a la presión arterial y la circulación y puede no estar recomendado en todas las personas.
Pero si te dan el visto bueno, además de probar y ver si te ayuda con tu metabolismo, podrás recibir otros beneficios como la de reducir el dolor muscular después de los entrenamientos, ayudar al sistema inmunitario o mejorar tu humor (parece difícil si te estás congelando, pero es real), mejorar el sueño o incluso la concentración.
Según las recomendaciones, puedes probar con duchas empezando con agua templada y pasar a fría (15 grados) unos minutos y listo. Pero pensándolo bien, ahora que queda menos para el invierno tal vez quieras intentarlo ya el próximo verano.
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