Los cigarros electrónicos se venden bajo el argumento de que son menos nocivos para la salud y que pueden servir para el tratamiento de personas que quieren dejar de fumar. Sin embargo, no sólo son tan adictivos como el tabaco, cada vez están atrayendo a los jóvenes el hábito de fumar.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) estos productos "van dirigidos con frecuencia a niños y adolescentes en las promociones de las industrias tabacaleras e industrias conexas que los fabrican, mediante miles de aromas atractivos y afirmaciones engañosas".
El uso de estos dispositivos ha traído consigo un nuevo término de la práctica, el cual se denomina “vapeo”. Se estima que los niños que vapean tienen hasta 3 veces más posibilidades de acabar fumando en el futuro.
Si bien estos dispositivos no queman tabaco, tienen cartuchos llenos de nicotina, THC, aceite de cannabinoides, sabores y otras sustancias químicas, mientras los tipos y concentraciones de las toxinas pueden variar según la marca, todos los cigarrillos electrónicos contienen sustancias nocivas.
A partir de 2019 se han reportado más de 800 casos de lesiones pulmonares y 12 muertes en los Estados Unidos. Los pacientes afectados afirmaron hacer uso de dispositivos electrónicos para fumar, pero no hay una conexión directa entre la lesión y el aparato.
Ingredientes nocivos
Los cigarros electrónicos o vaporizadores pueden tener efectos perjudiciales para la salud, especialmente por tres de sus ingredientes principales:
El propilenglicol funciona como una especie de vehículo, capaz de diluir y transportar la nicotina por nuestro organismo.
La nicotina, por su parte, es una sustancia psicoactiva que se encuentra originalmente en el tabaco, lo que provoca una dependencia muy fuerte.
Durante el uso de los cigarrillos electrónicos, se inhala por la boca, pasa por los pulmones, cae al torrente sanguíneo y acaba en el cerebro, donde provoca una sensación momentánea de bienestar.
Por último, están las sustancias aromáticas, que imitan los más diversos olores, desde la menta hasta las natillas.
Riesgos para la salud
Las sustancias aromáticas funcionan como la puerta de entrada, generando curiosidad entre los jóvenes que por los sabores u olores que se han creado para estos dispositivos son mucho más atractivos que el sabor u olor del tabaco de los cigarros convencionales.
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Además, su funcionamiento favorece al uso constante y en cualquier lugar, ya que no requiere el uso de fuego como si se necesita con un cigarro común, lo que favorece a la adicción de su uso.
La nicotina por su parte además de ser adictiva, también tiene efectos sobre órganos importantes como el corazón:
- Aumentando el ritmo cardiaco
- Alterando la presión arterial
- Puede dañar la capa interna de los vasos sanguíneos
En los pulmones, el uso de cigarrillos electrónicos produce:
- Espasmos respiratorios debido a las nanopartículas de la nicotina
- Aumenta los riesgos de padecer enfermedades inflamatorias
En el cerebro
- La nicotina igualmente puede afectar el desarrollo del cerebro en los adolescentes que lo utilizan hasta los 20 a 25 años.
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